El área más importante de Samsung Electronics, al menos en cuanto a la facturación, sigue siendo la de móviles, que en 2018 alcanzó unas ventas de 75.425 millones de euros, que se dice pronto, aunque es un 7% menos que en 2017. La segunda división es la de semiconductores, cuyas ventas crecieron un 16%, hasta los 67.431 millones de euros. Por último, el negocio de memorias, que facturó un 20% más, hasta los 56.561 millones de euros.

Al final, el fuerte crecimiento de semiconductores y memorias lograron compensar, y con creces, la caída en las ventas de móviles, y la compañía alcanzó un beneficio récord de 34.645 millones de euros, según publicó este jueves la compañía. Y eso que el último trimestre del año fue especialmente malo, con una caída del beneficio del 31% respecto al mismo periodo de 2017. Así, entre octubre y diciembre, la facturación de móviles cayó un 11%, lo mismo que la del negocio de semiconductores, y la de memorias, se redujo un 14%.