• De entrada, la filial patrimonialista pagará a la constructora un dividendo extraordinario con cargo a reservas de 527 millones.
  • Además, mediante una reducción de nominal, Sacyr dejará de deber a Testa 669 millones de euros.
  • En resumen, gracias a la 'joya de la corona', el grupo reduce deuda y obtiene nuevos fondos para su actividad de construcción.
  • Una vez refinanciada la deuda asociada a su inversión en Repsol, la banca acreedora no ha puesto pegas.
Sacyr va a resolver varios problemas de un plumazo a través de Testa, su filial de patrimonio especializada en alquiler de oficinas, en la que controla el 99,33% del capital. Por algo es la 'joya de la corona' de la constructora, nunca mejor dicho y por algo también el presidente de Sacyr, Manuel Manrique (en la imagen), siempre se ha negado a desprenderse de ella. Hasta ahora aportaba al grupo, trimestre a trimestre, en torno al 45% del ebitda. Y a partir de ahora, ayudará a Sacyr a reducir deuda y a obtener nuevos fondos, unos 300 millones, para su actividad de construcción. ¿Cómo?: ampliando su presencia en bolsa mediante una oferta pública de suscripción de acciones (OPS). Testa ya cotiza, pero con un free float irrelevante, del 0,67%. Los pasos previos para esa operación los ha aprobado Testa este martes en una junta extraordinaria de accionistas.

La ayuda de Testa a Sacyr llega por dos vías, que ya tienen el visto bueno de la junta. Por un lado, pagará un dividendo extraordinario con cargo a reservas de 527 millones de euros. Y por otro, mediante una reducción de valor nominal de acciones, Sacyr dejará de deber a Testa 669 millones. Esto último no deja de ser un enjuague contable.

A partir de ahí, los planes apuntan a que Testa amplíe su presencia en bolsa, aunque Sacyr no reducirá su participación del 70% desde el 99,33% actual. Con esa colocación, Sacyr obtendría al menos unos 300 millones de euros (la compañía está valorada en 2.000 millones). La operación se podría realizar este mismo año, siempre  que "situación de los mercados sea propia", como ha explicado el consejero delegado, Fernando Lacadena.

Los 300 millones llegarán por vía de la venta de derechos de suscripción preferente tras una ampliación de capital. Es la misma fórmula empleada por Esther Kloplowitz en FCC por la que Carlos Slim se ha convertido en accionista de referencia. Tras la OPS y la ampliación, Sacyr mantendrá el 70% de Testa. Las dos mantendrán una vinculación accionarial, pero quedarán desvinculadas contablemente.

La operación en Testa ha coincido con el acuerdo de refinanciación del crédito de 2.200 millones de euros asociado al 9% que Sacyr tiene en Repsol. Finalmente la banca acreedora no ha puesto ninguna pega. Las garantías son precisamente esas acciones. Pero Sacyr tiene contabilizada cada acción de Repsol en los 19,97 euros y la petrolera cotiza en torno a los 17 euros. Los bancos podían haber exigido, por ese motivo, nuevas garantías, entre ellas Testa, que finalmente ha salido de ese ajedrez.

Testa es una de las primeras compañías patrimonialistas por activos, con una superficie alquilable de 1,37 millones de metros cuadrados. En su cartera están una de las cuatro torres del Norte de Madrid y numerosos edificios de oficinas en Madrid y Barcelona, hoteles, centros comerciales, centros logísticos, residencias de tercera edad y viviendas de alquiler.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com