A ver si nos entendemos: Solvia era un ejemplo para todo el sector bancario. En lugar de vender los activos inmobiliarios a fondos -buitres en muchos casos-, con el consiguiente descuento, el Sabadell se ha dedicado a venderlos al menudeo con un resultado excelente. Tanto ha sido así, que otras entidades también han confiado la venta de sus inmuebles a la inmobiliaria del Sabadell.

Entonces, si el negocio funciona, ¿por qué venderlo al fondo sueco Intrum? Porque no somos una inmobiliaria; somos un banco, aseguran desde el Sabadell. Además, como indican en el hecho relevante remitido este viernes a la CNMV, la operación les permite apuntarse una plusvalía de 138 millones de euros. Añadan a eso otros 153 millones de euros de ahorro de costes, así como el impacto positivo en el ratio de capital (CET 1 fully loaded) de 15 puntos básicos.

Los inmuebles continúan estando en el banco. Lo que compra Intrum es la gestión de los mismos, incluidos los 700 empleados de Solvia

Efectivamente, son razones de peso pero, ¿hasta qué punto compensan el hecho de dejar de contabilizar los beneficios de Solvia? Sí, la venta genera ahorros, pero hay costes que merecen la pena porque generan más beneficio. Por cierto, como ocurre en este tipo de operaciones, los inmuebles continúan estando en el banco. Lo que compra Intrum es la gestión de los mismos, incluidos los 700 empleados de Solvia.

¡Ah! Y una razón de mucho peso: las exigencias del BCE. En Fráncfort han aplaudido la operación.