• El presidente del Sabadell está obsesionado con el tamaño del banco.
  • Con los actuales tipos, considera que sólo se puede ser rentable con una masa crítica elevada.
  • El nuevo plan estratégico tendrá que esperar, pero no por el TSB, sino porque la prioridad ahora es ganar tamaño en España.
  • Y es que Oliu se enfrenta a la alternativa de absorber o de ser absorbido.
  • Y esta segunda opción no le gusta.
Algunos directivos del Banco Sabadell consideran que el tren del Popular se ha marchado para siempre, esto es, que han perdido una oportunidad única para fusionarse con la entidad que aún preside Ángel Ron. Por eso, Josep Oliu (en la imagen) aprovechó el encuentro navideño con los suyos, celebrado este miércoles, para soltarles la bomba: "¿Quién ha dicho que hemos perdido el Popular?". Y es que el presidente del Sabadell está obsesionado con el tamaño del banco. Con los actuales tipos de interés -y todo indica que la situación se va a prolongar en el tiempo-, Oliu considera que sólo se puede alcanzar una rentabilidad aceptable con una masa crítica elevada. Y la manera más rápida para crecer es mediante una fusión. Ahora bien, se puede afrontar una operación corporativa como absorbente o como absorbido y a Oliu no le gusta esta última opción. Él quiere retirarse como un gran banquero, no como el que vendió el Sabadell a una entidad mayor, por ejemplo, al Santander. Y entre sus 'comparables', el que mejor se ajusta a sus intereses es el Popular. El banco de Ángel Ron tiene presencia en todo el territorio nacional y, sobre todo, tiene una valiosa cartera de pymes. Esto es lo que justifica la decisión del Sabadell de aplazar el nuevo plan estratégico -previsto para el primer trimestre de 2017- hasta comienzos de 2018. En otras palabras, no es por la integración del británico TSB, sino porque la prioridad ahora es crecer rápidamente en España. ¿Significa esto que Saracho está pensando en fusionar el Popular? Ni mucho menos. Es más, el presidente entrante llega con la misma intención que tenía el saliente: mantener la independencia del banco. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com