Ryanair, la low cost irlandesa de Michael O’Leary, ha presentado los resultados del ejercicio fiscal, que concluye en marzo, en el que ha ganado un 10% más, hasta 1.450 millones, pero no despeja el fantasma de una nueva huelga de pilotos en España este verano.

Se trata del mismo ejercicio en el que ha cancelado miles de vuelos (unos 20.000), con más de medio millón de pasajeros afectados, debido a la mala planificación de las vacaciones de los pilotos.

A O’Leary, consejero delegado (en la imagen), no le quedó otra que mejorar las condiciones laborales, con un aumento de sueldo del 20% (100 millones), para evitar el motín, pero no las tiene todas consigo para volverlo a evitar.

La negociación con el Sepla sigue y no han terminado las quejas, a pesar del aumento de salarios

Las negociaciones con los sindicatos siguen (en España, con el Sepla, donde están 500 de los 800 pilotos), aunque logró contener los paros en Navidad. Lo que pueda suceder en verano no lo tiene claro. “No esperamos huelgas, pero es importante para los inversores que no las descartemos. Tener sindicatos significa que tendremos huelgas ocasionalmente”, ha dicho O’Leary.

Las quejas son las mismas: precariedad laboral y condiciones asfixiantes por parte de los pilos y tripulación de cabina, y quejas de los pasajeros por el cobro de extras por los servicios (bultos de carga, catering abordo o reserva de asientos).

Los resultados, con todo, son mejores, por los ingresos (+8%, hasta 7.151 millones) y por el aumento de pasajeros (+9%), que han compensado el descenso de los precios de las tarifas (4%) para afrontar la fuerte competencia en el sector. Ahora bien, la previsión para el nuevo ejercicio es peor, por las mejoras salariales y el aumento del precio del petróleo, que podría reducir el beneficio en torno al 14%.