• Le vale varias razones para encubrir la razón principal: la falta de plantilla (pilotos y tripulación).
  • Cancelará entre 1.600 y 2.100 vuelos en septiembre y octubre en España, Reino Unido y Alemania.
  • Pide disculpas a los afectados, a los que sólo ofrece "vuelos alternativos", sin explicar en qué fecha, o el reembolso.
  • Fomento abre un expediente informativo a la compañía y recuerda los derechos de los pasajeros para reclamar.
  • La bolsa penaliza a la compañía (más de un 3%): normal.
Ryanair se pone a dieta en vuelos, las próximas seis semanas, para ser más puntual. Lo comunicó el viernes y este lunes cae por ello en bolsa más de un 3%. El ataque de sinceridad sorprende, en cualquier caso, por las variopintas razones que da la compañía de Michael O'Leary (en la imagen) para explicar que su puntualidad ha caído por debajo del 80% en las dos primeras semanas de septiembre, cuando todo es mucho más sencillo: falta de plantilla, causa principal, a la que se añade otra: evitar multas por retrasos. La compañía habla de todo menos de eso. Se refiere a las huelgas en Francia, el clima, las asignaciones de vuelo en Reino Unido, Alemania y España o al "impacto del aumento de las asignaciones de vacaciones a pilotos y tripulación" (sic). La medida supone la cancelación de entre 40 y 50 vuelos diarios y en el conjunto de los dos meses, entre 1.600 y 2.100 (ojo, sólo 2% de su programa de vuelo, añade quitando hierro a la decisión). Y el objetivo, así las cosas, es "restaurar la puntualidad a nuestro objetivo anualizado del 90%". Y a partir de ahí, pedir "disculpas sinceramente por las molestias causadas a los clientes por estas cancelaciones", pero sólo le ofrece dos alternativas: "vuelos alternativos o reembolsos completos". Claro que no dice en qué fecha son esos vuelos alternativos, con el consiguiente perjuicio al viajero. En España, el Ministerio de Fomento ha abierto un expediente informativo a la compañía porque las cancelaciones afectan a vuelos en los aeropuertos de Madrid y Barcelona y quiere verificar "el estricto cumplimiento de los derechos de los pasajeros". Esos derechos están en la página web de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa). Más de lo mismo, que sigue al cambio en su política de equipajes -el pago de 5 euros de 'embarque prioritario' para facturar más maletas- de la misma compañía y patrón que  denigró Barcelona tras los atentados. Y eso que es líder, o precisamente por eso, en el mercado europeo y ocupa el quinto puesto mundial entre las aerolínea por transporte de pasajeros. Rafael Esparza