Los presidentes de Irán, Rusia y Turquía celebran una cumbre este viernes en Teherán para determinar el destino de la provincia siria de Idlib, último bastión rebelde, contra el cual el régimen sirio y sus aliados preparan una ofensiva militar, informa France 24 de AFP.

En las últimas semanas, el gobierno sirio concentró numerosas tropas en las fronteras de la provincia, controlada en gran parte por Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización yihadista creada por la extrema de Al Qaeda.

Pero la suerte de Idlib está en manos de los presidentes iraní, Hasan Rohani, ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, que en Teherán podrían ponerse de acuerdo en torno al alcance y el calendario de la ofensiva.

La suerte de Idlib está en manos de los presidentes iraní, Hasan Rohani, ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan

Aunque el gobierno de Bashar al Asad y su aliado ruso multiplican las declaraciones belicosas, ambos tendrán que tener en cuenta la posición y los intereses de Turquía, que apoya a los rebeldes y dispone de tropas en Idlib.

Según el diario sirio oficialista Al Watan, la cumbre recibirá el resultado de las conversaciones y las tres potencias "decidirán de la hora cero de la operación del ejército sirio, que debe en principio comenzar inmediatamente después de la cumbre".

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que se intenta separar en el terreno a los "opositores armados normales de los yihadistas".

El blanco de la ofensiva son principalmente los yihadistas de HTS, integrado por los exmilitantes de Al Qaeda en Siria

En la misma línea, Turquía lleva a cabo "intensos esfuerzos" para expulsar a los "yihadistas de la región, terminar con los ataques de drones contra la base aérea rusa y entregarle al régimen el control de las principales carreteras de Idlib", indicó el centro International Crisis Group (ICG).

La ONU advirtió contra el riesgo de una crisis humanitaria a gran escala, en un país en el que la guerra causó la muerte de más de 350.000 muertos y dejó millones de desplazados y refugiados.

Irán quiere ayudar a la expulsión de los insurgentes de Idlib con la "menor cantidad de pérdidas humanas posible", declaró el ministro iraní de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif.