Este lunes, Rovi ha empezado con buen pie bursátil, pues su cotización ha subido más de un 4%, concretamente un 4,23%, frente a un Ibex en negativo (-0,39%). ¿El motivo? Participará en la fabricación de vacunas de la biotecnológica estadounidense Moderna contra el coronavirus, pero ojo, las dosis no se quedarán en España, por ahora.

El laboratorio farmacéutico que tiene como principal accionista a la familia López-Belmonte (a través del vehículo de inversión Norbel Inversiones es dueña del 63,107%) ha reforzado su colaboración con Moderna: participará en la producción del principio activo de la vacuna ARNm, así como en su formulación, envasado y empaquetado final. Para ello, realizará una nueva inversión en sus instalaciones de Granada, donde contará con una línea que tendrá una capacidad de producción equivalente a más de 100 millones de dosis anuales y está previsto que pueda abastecer mercados fuera de EEUU en el tercer trimestre.

Recuerden que, hasta ahora, Rovi sólo participaba en el llenado y acabado de la vacuna de Moderna, y eso repercutió positivamente en sus resultados de 2020. “Nos ilusiona enormemente que Rovi dé un paso más y participe en la fabricación del principio activo de la vacuna, ya que una mayor integración en el proceso de producción nos permitiría apoyar a Moderna en su abastecimiento a gran escala más ampliamente”, ha señalado el CEO de Rovi, Juan López-Belmonte Encina.

Y respecto al tema de vacunas, conviene recordar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inmerso en la campaña electoral de la Comunidad de Madrid, no dudó en criticar a la popular Isabel Díaz Ayuso por negociar la compra de la vacuna rusa Sputnik y en defender la compra centralizada por parte de la Unión Europea. Eso sí, al ver que Alemania también negociaba bilateralmente la compra de la vacuna rusa, Sánchez ha matizado sus críticas y ya no se opone, siempre y cuando, la Sputnik reciba el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). En lugar de tantas críticas, Sánchez debería copiar a Angela Merkel y apostar por negociaciones bilaterales, que quizá agilizarían la llegada de vacunas, y podría empezar por Moderna, gracias a su mayor colaboración con Rovi. Por último, destacar que no sólo ha habido contactos de la Comunidad de Madrid con Rusia, también de Andalucía y Castilla y León (esta última ha rechazado iniciar negociaciones con el país de Vladimir Putin).