• Responde con contundencia, también, para rebajar posibles fisuras en CEOE: se siente respaldado por la junta directiva.
  • "La clave de las claves es la seguridad jurídica", razón por la que se han salido de Cataluña unas 1.500 empresas, el 30% del empleo.
  • Después de tomar esa decisión, "dar marcha atrás es complicado", como será "difícil recuperar el deterioro" provocado.
Juan Rosell, presidente de CEOE, no se ha andado por las ramas, este miércoles, con un doble mensaje: a Puigdemont, para que vuelva a la sensatez, pero sin olvidar las críticas en la propia patronal, donde algunas voces han exigido más firmeza para frente a la deriva y desafío independentistas. Sobre este punto ha dicho que se siente respaldado por la junta directiva de CEOE, y si no fuera así "saldría la gente a decirlo". Las declaraciones de Rosell (en la imagen) han seguido al Encuentro Empresarial organizado por CEOE y Cepyme, en el que ha participado Pedro Miró Roig, consejero delegado de Cepsa. Rosell ha asegurado que ya han cambiado de sede alrededor 1.500 empresas catalanas por la crisis política y, a partir de ahí ha sido muy claro: si el Govern no vuelve a la legalidad, "pocas cosas se pueden hacer de cara al futuro" Las empresas necesitan tranquilidad para vender sin problemas ni dudas, todo lo contrario a la incertidumbre generada por el Gobierno catalán, aunque desconoce por dónde tirará Puigdemont, algo tan difícil de descifrar como el precio del petróleo en el futuro. El daño, en cualquier caso, está hecho, y "va a ser difícil recuperar el deterioro que se está produciendo", pero la "clave de las claves es la legalidad, la seguridad jurídica", sin rebajar la "la fractura" provocada, "importante". Las empresas se han ido, pero una vez que han decidido salir, "dar marcha atrás es complicado". Rafael Esparza