• La inmobiliaria de Rafael Santamaría pierde 34,35 millones en el primer trimestre, un 15% menos.
  • Espera a las adhesiones a los acreedores, tras una prórroga de dos meses, hasta el 31 de mayo.
  • Mejora un 2% ingresos (8,94 millones) pero aumenta un 3% la deuda, hasta 3.572 millones.
Reyal Urbis ha presentado resultados en el primer trimestre, pero de lo que más pendiente está es del 31 de mayo, cuando expira el plazo para obtener las adhesiones de los acreedores. El juez de lo Mercantil dio en marzo una prórroga de dos meses a la empresa que preside Rafael Santamaría (en la imagen), en concurso desde 2013, tras admitir a trámite su propuesta de convenio. El otro frente son los resultados en sí. La pérdida, esta vez, es de 34,35 millones, un 15% menor, gracias al aumento de los ingresos (un 2%, hasta a 8,94 millones) por la actividad hotelera (7,1 millones) y patrimonial, y al recorte de costes corrientes de personal (-38%). Da una idea de su actividad en lo demás el hecho de que haya entregado sólo 45 viviendas de su stock de 217. Y la deuda, su gran problema -es uno de los grandes morosos de hacienda-, crece un 3%, hasta 3.572 millones. Paradójica siempre la mirada a Reyal Urbis, que llegó a ser la inmobiliaria más grande de España, hasta que se derrumbó con la crisis del ladrillo, como Martinsa, Nozar, Habitat o Llanera. Si algo ha quedado claro desde entonces ha sido el aumento de la brecha entre el que fuera su principal accionista, el Santander, y Rafael Santamaría, conocido también por su amistad con José Bono. Rafael Esparza