Recibía anualmente 161.034 euros, una asignación a SM Juan Carlos I le concedía el jefe de la Casa Real, su hijo, Felipe VI, en quien abdicó cinco años atrás.

Ahora, Juan Carlos I y la Reina Sofía siguen confinados en La Zarzuela, muy cerca de su hijo, que le ha desahuciado. Aseguran quien ha hablado con él que no le preocupa una clase política empeñada en meterle en la cárcel o al menos en ridiculizarle ante una comisión parlamentaria y en los tribunales.

Le preocupa, pero no le ocupa, porque nada puede hacer, que el peligro de una III República haya pasado de ser un riesgo remoto a una posibilidad palpable.

No, lo que le preocupaba, y le aturde, es la actuación de su hijo, un puritano cuyo único objetivo es que no le pillen en un renuncio, mientras que un Gobierno frentepopulista ha puesto a España en riesgo de enfrentamiento civil.   

Ahora mismo, el plan del hombre que trajo la democracia a España consiste en cambiar de residencia, a un país donde pueda pasar inadvertido. Y no es tan sencillo.