El comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Madrid tiene ya el relevo del nuevo director general gerente, tras el cese de Carlos Prieto, como adelantó Hispanidad. Comienza a concretarse así la nueva etapa que marca la presidencia, desde el 24 de abril, de Ángel Asensio. De ese nombramiento -pendiente del visto bueno del Pleno de la Cámara, la próxima semana- depende otro de más calado: la elaboración del plan estratégico.

Los planes de Asensio, de hecho, pasan por dar un vuelco a la institución y relanzarla hacia un cometido audaz: llegar con sus servicios a las empresas madrileñas. Ahora toca salir a vender. Ese es el reto, no menor, del nuevo presidente, procedente del sector textil. Dirige Confecciones Asensio, que opera con la marca Kiff Kiff, y representa al sector en la Cámara desde hace más de 15 años. También preside Fedecon, la federación que agrupa a las empresas de confección.

El objetivo no está tanto en recortar los gastos para cuadrar cuentas como en compensarlos con más ingresos

La aspiración de Asensio, dicho de otro modo, es llevar la Cámara a la empresa, con el giro comercial que implica para la plantilla. El objetivo no está tanto en recortar los gastos (la fórmula fácil para cuadrar cuentas), como en compensarlos con el aumento de ingresos. Y a ese cometido se ajusta el perfil del nuevo director gerente por la capacidad comercial y de relación institucional, gestión de equipos o conocimiento de la empresa en los distintos niveles: familiar, grande o con dimensión internacional.

La Cámara se nutre, al fin y al cabo, de los servicios que presta (y cobra) por el desarrollo empresarial, la formación, la información o el asesoramiento. Desde ayudar en la búsqueda de oportunidades de negocio como contribuir con cursos de formación o para canalizar los fondos europeos, nacionales o autonómicos.

Ese el contenido que quiere impulsar Asensio, aunque sin olvidar la herida dejada por los años de crisis y, sobre todo, de la falta de presupuesto. El cambio en el modelo de financiación -con la desaparición, en 2010, de las cuotas obligatorias- provocó fuertes pérdidas (de hasta seis millones en 2015.

Esa situación quedó superada en 2017 con el equilibrio de la cuenta de explotación y la vuelta a beneficio contable, aunque mínimo (27.000 euros), durante la etapa de Juan López-Belmonte, presidente de Laboratorios Rovi. Desde la Cámara, se ha reconocido y agradecido esa gestión.  

El presupuesto actual de la Cámara ronda los 20 millones, nada que ver con los 100 millones con los que llegó a contar en el pasado.

La Cámara madrileña es una cámara más, pero con peso específico mayor que otras cámaras por la radiografía empresarial de la región. La Comunidad de Madrid es, en estos momentos, puntera por su actividad o por la aportación al PIB nacional.