• Ana Botín simplifica la cabecera: antes redujo un tercio las direcciones generales (de 15 a 10).
  • Ahora, reduce casi en la misma proporción el número de directores generales… que es más difícil: siete, un 23%.
  • En definitiva, reduce el corporativo y rejuvenece el banco.
  • Como adelantara Hispanidad, salen Juan R. Inciarte y Enrique G. Candelas. Ignacio Benjumea se queda como consejero externo.
  • Jaime Pérez Renovales unirá los cargos de secretario del Consejo y director del equipo jurídico. Y además, director de RRHH, Costes y Organización... nada menos.
  • Echenique mantendrá el cargo de director de Cumplimiento de todo el Grupo Santander (un verdadero número dos) y dirigirá Santander España.
  • No se puede hablar de Presidente del grupo en España porque no habrá personalidad jurídica diferenciada pero, de hecho… Echenique será el mandamás de Santander España.
Ana Botín apenas lleva 12 meses como presidente del Grupo Santander (Emilio Botín murió un 10 de septiembre de 2014) y ya ha hecho tres remodelaciones en total, remodelaciones que han afectado tanto al Consejo como al equipo directivo. La anunciada en un hecho relevante a primeras horas de la tarde del martes 30 de junio, adelantada por Hispanidad el lunes 29, puede resultar la más definitiva de todas. Veamos, meses atrás Ana Botín redujo las direcciones generales de 15 a 10. Ahora, ha abordado la más díficil tarea de quitar direcciones generales. Salen 7, una cuarta parte del total. Al tiempo, rejuvenece el mayor grupo bancario del país y el cuarto de Europa. Las salidas más relevantes son las de Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca, Juan Rodríguez Inciarte y Enrique García Candelas. Han sido salidas en el tiempo, porque los tres, sobre todo Inciarte y Candelas, habían perdido competencias y responsabilidades durante la anterior remodelación, pero el hecho se convierte ahora en derecho. Y hablamos de tres hombres clave en el equipo de Emilio Botín. Ahora bien, hay que distinguir entre un Benjumea, que se queda como consejero externo, y un JR Inciarte que abandona el consejo y tiene fecha fija para abandonar sus funciones ejecutivas como responsable de banca al por mayor (la verdad, es que ya las había abandonado). En cuanto a Candelas, le sustituye quien ya le había sustituido de hecho: la estrella emergente, el murciano de origen sirio, Rami Aboukhair. Por cierto, que Ángel Rivera, ex del Popular, se coloca como director de la división de Banca Comercial. En un proceso paulatino pero imparable, estilo Ana Patricia Botín, ha ido sustituyéndoles por gente más joven, algunos de los cuales habían hecho carrera británica con ella en Londres. En cuanto a directivos, lo más importante es el regreso de Jaime Pérez Renovales (ex subsecretario de Presidencia del Gobierno) al banco. Lo hará copando las dos funciones y los dos cargos de Ignacio Benjumea, a quien sustituye. Benjumea tenía las dos funciones pero no los dos cargos: secretario del Consejo y director jurídico de la entidad, un puesto que se guardó para él cuando se fue a hacer política. Y lo lógico es que, además de las dos funciones, mantenga los dos cargos. Pero no solo eso. Renovales llevará Recursos Humanos, Costes y Organización. Después del ascenso de Echenique, el asunto más importante de esta revolución Botín es la vuelta de Renovales con plenos poderes. Al parecer, ha aprendido mucho de reducción de costes con la reforma de la Administración Pública (CORA). Pero lo más importante: Rodrigo Echenique (en la imagen) se convierte, de facto, en el presidente de Santander España. Al ser un banco con cabecera en Santander, no existe Santander España con personalidad jurídica, pero de hecho, Echenique será un presidente ejecutivo de toda la actividad del banco en España. No habrá consejo pero sí un "órgano colegiado de gobierno interno", lo mismo me da que me da lo mismo. Al mismo tiempo, no lo olvidemos, y con categoría de vicepresidente del banco, mantendrá el cargo de director de Cumplimiento en todo el perímetro global del Grupo. Un puesto cada vez más importante éste de director de Cumplimiento. Controla el cumplimiento del buen gobierno, de las legislaciones nacionales, de la normativa financiera… de todo. Algunos dicen que un director de Cumplimiento, que reporta directamente a la Presidencia, como es el caso de Echenique, es más importante que el Ceo. No cabe duda, Echenique es el ejecutivo de confianza de la familia Botín. Resumiendo: tercera remodelación, la más profunda de todas las de Ana Botín. Adelgazamiento y rejuvenecimiento de la cúpula directiva. Algunos creemos más en los adelgazamientos que en los rejuvenecimientos. Ella cree en ambas cosas. ¿Quién decía que Ana Patricia Botín iba a mandar como un sargento? ¡Manda más que un general! Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com Eulogio López eulogio@hispanidad.com