El Estado continúa gastando mucho más a pesar de ingresar mucho menos, es decir, hace justo lo contrario de lo que haría cualquier economía familiar. Y lo peor: continúa endeudándose para pagar las pensiones, cuyo gasto no para de aumentar porque la diferencia entre el número de pensionistas y de contribuyentes sigue aumentando.

En octubre ha vuelto a suceder. Según datos del Banco de España publicados este jueves, la deuda de la Seguridad Social aumentó un 3% en octubre respecto al mes anterior (+2.249 millones) y alcanzó los 77.104 millones de euros, un nuevo máximo histórico que, si nadie lo remedia, será pulverizado en noviembre y sufrirá un repunte también histórico en diciembre, con la paga extra.

En este contexto, el leve descenso de la deuda de las AAPP registrado en octubre (-0,15%) se queda en anécdota, porque sigue rozando el 114% del PIB y apunta a alcanzar -sino a superar- las previsiones del Gobierno, que la sitúan en el 118,8% del PIB para todo el año.

No parece que sea el momento de revalorizar las pensiones ni de subir el SMI. Y si el Gobierno hace esto último, debería al mismo tiempo bajar los impuestos laborales.