Resulta absolutamente revelador el hecho de que Bankinter haya rebasado en valor de mercado al Banco Sabadell, superando en más de 500 millones al cierre del mercado su capitalización bursátil; es un hecho verdaderamente notable si consideramos que Bankinter presenta unos activos totales algo superiores a 76.000 millones, algo menos de la tercera parte de los del Sabadell (215 millones), por lo que la presentación de resultados de este último no puede sorprendernos. Mientras que su vecino Caixabank gana 1.768 millones de euros hasta septiembre, un 18,8% más, Banco Sabadell sufre una caída significativa de sus resultados del tercer trimestre, con una ganancia de 247,8 millones, un 62% menos que hace un año.

Este resultado, si bien se encontraba en línea con lo previsto, queda justificado por el efecto económico de las partidas extraordinarias derivadas de la crisis informática de TSB, así como por un incremento de la cobertura de su cartera inmobiliaria. Si se eliminaran ambos efectos patrimoniales el resultado obtenido habría quedado fijado en 647 millones de euros repitiendo el beneficio obtenido el año anterior por estas fechas, unos 654 millones. Todo ello ha sido debidamente descontado por el mercado, así como otras variables fundamentales, si bien con estos datos, y pese al sufrimiento generalizado de las entidades financieras por la sentencia del Supremo, sube de manera importante en la jornada bursátil, con un aplauso generalizado a sus resultados por parte de los inversores. Con poco se conforman.

Sus resultados de operaciones financieras se han reducido de manera muy significativa, hasta los 224 millones

Del análisis de sus cuentas, puede constatarse la caída de su margen de intereses en un 4,7%, que solo puede verse compensada por un incremento significativo de las comisiones en un 8,1%, revelador del modelo de negocio hacia el que gira la banca. La imposibilidad de obtener rentabilidad con la intermediación financiera, obtiene su rendimiento por el cobro de una comisión por la gestión patrimonial y otros servicios. En esta línea sus resultados de operaciones financieras se han reducido de manera muy significativa, hasta los 224 millones, lo que supone una caída de más del 61%. Todo ello explica en detalla la caída de los ingresos totales del 15,3%, quedando fijado en 3.883 millones de euros. Y de estas cifras poco o nada tienen que decir las variables extraordinarias. Algo ayuda a mejorar las cifras el crédito a tipo constante, que aumenta en un 3,6%, con un comportamiento adecuado en las hipotecas a particulares, un aumento del 1,2% intertrimestral y un 1% interanual. Igualmente, ayuda el aumento de los recursos de clientes fuera del balance, que se eleva a más de 47.000 millones con un incremento del 4,5% respecto al año anterior. El banco ha captado un total de 342.000 clientes nuevos, en su gran mayoría particulares.

El banco ha captado un total de 342.000 clientes nuevos

Es en la vía de los gastos donde se explica la cifra del resultado final. Con un dato similar al anterior en los gastos recurrentes, es en los consumos extraordinarios donde la entidad se la juega. 210 millones son gastos extraordinarios de TSB sobre el total de costes durante periodo (2.200 millones) del grupo financiero. A todo ello debemos sumar las operaciones de cobertura o saneamientos realizados, con un aumento del 111% hasta los 98 millones en partidas ajenas a las dotaciones para insolvencias, donde se produce una reducción de gastos del 40%. Todo ello justifica que la rentabilidad del banco caiga de manera importante, quedando fijado en el 1,97% frente al 6,05% de partida. Peor eficiencia con estos datos (57,91%) y reducción de la morosidad se reflejan en un aumento de la cobertura hasta el 56,6%.

Por lo que respecta a la solvencia, su ratio CET 1 phase in alcanza un valor de 12,1% y fully loaded un importe igual al 11% al cierre del periodo.

En este orden de cosas no debemos dejar de lado los efectos de la sentencia del Supremo, gestionado de manera horrible por el alto tribunal, que ha conllevado pérdidas millonarias a los inversores, y seguramente a los prestatarios en el largo plazo. La traslación fiscal es un hecho, y la posibilidad ya evidente de subida de los tipos de interés de las hipotecas algo ya presente. Ibercaja y CaixaBank han abierto un camino claro de encarecimiento de la financiación hipotecaria que sin duda el resto de entidades perseguirá. Todo ello hará sufrir al mercado de la vivienda, que derivará en menores compras, más alquiler y un aumento seguro de las rentas por arrendamiento. Veremos cuando el BCE termine su QE (Quantitative Easing), esto es, la compra de deuda pública y privada.