• A ver si resulta que volvemos a la refinería.
  • A pesar de la incorporación de Talisman, Hispanoamérica continúa siendo la llave de la compañía que preside Antonio Brufau.
  • Las petroleras viven en un mundo cuyo modelo energético está llamado a cambiar, pero no está claro hacia dónde.
  • Es decir, la necesidad de emplear el petróleo como materia prima y no como bien consumible.
Cuando una empresa empieza la exposición de sus resultados semestrales con el aviso de que los datos deben ser leídos sobre la base de un entorno de fuerte caída del precio de crudo… parece un auténtico y original excusatio non petita de libro. Y es que, en el fondo, las compañías energéticas tienen un importante problema en el medio plazo, y por mucho que los gobiernos se esmeren dispositivamente en proteger los lobbies energéticos, en poco tiempo el espectro del mercado va a cambiar de manera espectacular. En este sentido, si alguien piensa que el agotamiento de las reservas del petróleo va a ser el fin de este mercado creo que se equivoca. La edad de piedra no terminó como consecuencia del fin de los monolitos o de los fantásticos menhires de Obelix. Terminó con la innovación y con la edad de los metales. La Edad del Bronce en que tropezarán las compañías energéticas, será sin duda la de las energías alternativas. He dicho alternativas, no sólo renovables. Es decir, que sabemos que las cosas van a cambiar pero no sabemos hacia dónde. De todas maneras, y dado que a alguno lo que le preocupa es más el corto plazo, el análisis de los resultados de Repsol del último semestre resulta de interés suficiente. En concreto, obtiene un beneficio neto ajustado de 1.240 millones de euros, cifra que supera en un 35% a los 922 millones de euros obtenidos durante los seis primeros meses del año 2014. Sin embargo, su resultado neto queda tan sólo en 1.053 millones, cifra que debe compararse con los 1.327 millones del periodo anterior, si bien en aquel entonces se incorporaban extraordinarios por importe de 616 millones, derivados de la venta de negocios de GNL y de las acciones expropiadas –bendita expropiación– de YPF. Ello conlleva a un resultado neto ajustado del trimestre por valor de 312 millones, un 20% inferior y su resultado neto de 292, un 44% inferior al del primer trimestre del año anterior debido principalmente a la plusvalía de la venta de las participaciones de YPF no expropiadas. Por segmentos de actividad Upstream -operaciones de exploración y desarrollo de las reservas de crudo y gas natural- le reporta un resultado negativo de 238 millones de euros durante el primer semestre de 2015, que debe compararse con el beneficio positivo de 400 del año anterior. Es en el área de Downstream, correspondiente a actividades de refino, trading y transporte de crudo y productos, así como de comercialización de productos petrolíferos, donde mejora sustancialmente, duplicando su beneficio. En el análisis de sus beneficios debe tomarse en consideración la integración de los activos de Talisman, por el que la entidad alcanza un medio de producción en el mes de junio de 660.000 barriles equivalentes de petróleo diarios, un aumento del 86%, frente a los 355.000 barriles equivalentes al día producidos de media a lo largo de 2014. De los activos de Talisman proviene buena parte del incremento de tal producción, fundamentalmente en Norteamérica y Asia. Por otra parte, fiel al riesgo político, Repsol tiene previsto el inicio en el mes de julio de la producción en el megaproyecto Perla (Venezuela), el mayor descubrimiento de gas en la historia de la compañía y el campo offshore más grande de Hispanoamérica. Por áreas geográficas, sin duda Sudamérica, de la que excluye a Brasil, es el segmento de actividad más importante. Las principales magnitudes del negocio reflejan un aumento del 29,6% de la producción de hidrocarburos y del 8,5% del crudo procesado. Las ventas de productos petrolíferos alcanzan cifras de 22.721 miles de toneladas, un 7,5% superior al mismo periodo del ejercicio anterior. Finalmente, resaltar el comportamiento de la deuda financiera neta, que se sitúo al final del segundo trimestre del año en 13.264 millones de euros, con un incremento de nada más y nada menos de 11.329 millones, debido sobre todo a la adquisición de Talisman y la consolidación de su deuda. Esta deuda representa una ratio de deuda sobre capital empleado de sólo el 29,8%. No hay mucho más que añadir de los datos reportados, toda vez que insistimos el riesgo no está la actividad actual, está sobre todo en el posible inicio de la Edad de Bronce y en la necesidad de emplear el petróleo como materia prima y no como bien consumible. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com