El mundo de las telecomunicaciones se ha convertido en un mercado competitivo a lo largo de los últimos años, en los que la aparición de diferentes operadores, bien como marca blanca de otros, bien como servicio independiente, ha favorecido una amplia oferta en el mercado. No obstante, en esta situación, las grandes firmas del mercado han mantenido una presión sobre el consumidor con subidas de precio una vez los clientes han sido abducidos por sus servicios. Prometer una tarifa fija siempre queda bien como eslogan publicitario, aunque luego no se cumpla, introduciendo modificaciones en el servicio con mayor capacidad, aunque el cliente no lo haya solicitado. MásMóvil es de esos operadores del mercado que intentan competir contra las firmas de colores – azul, rojo y naranja –, y hace lo que puede, más teniendo en cuenta que ya es la cuarta operadora del mercado, superando a Euskaltel en cuota.

Muestra de ello es la ganancia experimentada a lo largo de los tres primeros trimestres del curso, con un beneficio de 56,7 millones de euros, frente a las brutales pérdidas de 148,1 millones de hace un año. Todo ello gracias a unos ingresos entre enero y septiembre de 1.038,3 millones de euros, un 9% más que durante el mismo periodo del año anterior. El resultado bruto de explotación, con estos niveles de actividad, ha quedado fijado en 228,5 millones, un 58% más. Eliminando el efecto de los intereses con Providence y ACS, impactos fiscales y costes no recurrentes y no relacionados con el negocio, el resultado neto ajustado sería igual a 106,2 millones de euros, un 135% más.

Ante estos números, el mercado no reacciona bien, con importantes bajadas en la cotización

Todos estos datos invitan a la entidad a elevar sus objetivos para el curso, pensando incrementar sus ingresos por servicios en más de un 17%, lograr un resultado bruto recurrente de 330 millones, y conseguir 1,25 millones de líneas fijas de banda ancha. Todo ello se enmarca en el aumento ya vigente de ese 17% en los ingresos por servicios en los nueve primeros meses, lo que facilita prometer las nuevas cifras. Y ante estos números, el mercado no reacciona bien, con importantes bajadas en la cotización (más de un 3% a dos horas del cierre). Un mercado exigente con los datos, si bien con una revalorización anual del 25%.

La base para estos datos se sustenta en el número de clientes, un total de 6,9 millones de clientes, un 36% más, de los que la mayoría, 6 millones, son de telefonía móvil y 857 mil de banda ancha fija. Todo ello debe enmarcarse en un mercado excepcionalmente competitivo, consiguiendo sumar más de 291.000 líneas en los últimos tres meses, que suma a su capacidad para atraer clientes a lo largo de los dos últimos años.

La base para estos datos se sustenta en el número de clientes, un total de 6,9 millones

Con estas cifras, parece lógica la política de inversiones a desarrollar para obtener una infraestructura propia, con un volumen total de 312 millones en estos nueve meses, con especial énfasis en la fibra óptica propia. Gracias a los acuerdos que mantiene con otros operadores, podría alcanzar a un total de 5,8 millones de viviendas con esta vía de distribución. 4,8 millones de unidades inmobiliarias corresponde a la red propia, un 7% más que en trimestre anterior, con un coste medio de despliegue en torno a los 70 euros por unidad. Su Capex se sitúa en los 405 millones de euros, frente a una previsión de 305 millones, gracias al acuerdo con Vodafone y a las inversiones que desarrolla en la adquisición de espectro 5G. 

Con estos datos, y la información comercial de que disponen en su web, hay que pensar en migrar. Pero solo pensarlo, al menos de momento, sobre todo con la vuelta al pasado de su política comercial, buscando la portabilidad, con teléfonos gratis.

Así las cosas, John Hahn, responsable del fondo Providence en España, máximo accionista de MásMóvil, está más cerca de dar un nuevo pelotazo. De momento, el CEO de Orange admitió el jueves 25 de octubre que un proceso de concentración sería positivo para el sector.