• Sí, la culpa la tienen la energía verde y el Gobierno, que nos obliga a pagarla, pero las eléctricas no sufren. Sufre el bolsillo del ciudadano.
  • Suben el ebitda y el beneficio de Iberdrola y se reduce el apalancamiento, que continúa siendo alto pero permite emitir en buenas condiciones.
  • Dividendo mínimo para continuar amortizando acciones. Y es que la batalla con Florentino ya ha terminado.
  • Galán deja expedito el camino para culminar la operación, la explotación de la norteamericana UIL, un país donde, por cierto, la electricidad es más barata que en España.
Si se hubiese podido elegir el peor día para presentar los resultados de una eléctrica, hoy miércoles puede que sea uno de los peores. La prensa del día impresa, digital, hasta la gratuita, sí, esa que nos dan en la entrada del metro todas las mañanas, se hace eco del informe sobre el análisis de los precios de la electricidad en la UE y en Estados Unidos, elaborado por el experto David Robinson para The Oxford Institute for Energy Studies. El informe revela que en nuestro país la energía eléctrica ha subido el doble que en el resto de la UE, 0,82€ por Kwh en España frente a los 0,42€ del resto de los países comunitarios, con lo que convierte a nuestro país en el cuarto país con la energía eléctrica más cara de la UE, sólo por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda. Las razones de estas subidas están justificadas en clave de impuestos y costes vinculados a políticas energéticas. Vamos, que es culpa del Gobierno, pero eso es triste consuelo. Para el sufrido consumidor, que empieza a estar un poco harto del expolio de su bolsillo, le debe parecer insólito que hoy Iberdrola publique que su resultado neto al cierre del tercer trimestre del año asciende a 1.919,7 millones de euros, un 7,8% más que el del pasado ejercicio, prácticamente conseguido mediante el crecimiento del margen bruto, esto es, compras menos  ventas. Esto es, el negocio puro y duro, sin tener en cuenta gastos y demás partidas. Aquí es donde están los 0,82€ que pagamos de más. Lo peor es cómo hemos llegado hasta aquí. Hace ya algún tiempo que vengo quejándome amargamente del tremendo negocio que está suponiendo para las eléctricas el famoso "déficit tarifario" que estamos financiando todos, además de cómo nos está repercutiendo en la facturación las pérdidas que les han generado las cuantiosas inversiones en tecnologías renovables, que les estaban suponiendo más beneficios a costa de una generación de energía subvencionada por el Estado… y a un precio para el consumidor prácticamente de generación convencional. Con esto, no es de extrañar el que continúe el ascenso en las cifras de su EBITDA que en estos nueve primeros meses ha alcanzado los 5.430,7M€ que representa un 5,8% de crecimiento respecto al 2014. Resulta curioso que en la presentación de Iberdrola no se esté hablando de la incidencia de la financiación del "déficit tarifario", que en anteriores ejercicios era el tema recurrente para justificar peores situaciones financieras que la presente, en la que se reducen las cifras desapalancamiento al 41,1%, cifra que, por otra parte, siendo francamente alta, no parece influir en exceso en los gastos financieros que solo han crecido un 1,6% y no presenta ninguna dificultad para poner en circulación emisiones de bonos como la última de 500M€, al 1,75% de interés. Igualmente el crecimiento de la compañía continúa por buen camino, con una inversión en México de 380M€ en una nueva planta generadora, que le permitirá cumplir un contrato de suministros con la Comisión Federal Eléctrica por 25 años, y continuar adelante, después de los problemas regulatorios surgidos en Estados Unidos, con su fusión con UIL, que le supondrá una fuerte entrada en el mercado estadounidense. Donde, por cierto, en el 2014 el precio del kwh para el consumo de los hogares, se situaba en 0,10€, precio muy inferior al de nuestro país. Evidentemente, con todo esto Iberdrola se va a permitir remunerar a los accionistas con una remuneración mínima de 0,27€ por acción y mantener una política de recompra de acciones para mantener su número en 6.240 millones y evitar diluciones de paquetes importantes. Por último, solo faltará ver el impacto de la nueva tarificación por tramos horarios en los recibos de los consumidores y en la cuenta de resultados de la compañía. ¡Puede ser un invierno caliente! Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com