• La entidad gana un 6,4% más gracias a menores dotaciones por deterioros y a los ingresos atípicos.
  • Pero el margen de intereses cae un 12%. Un dato preocupante.
  • El aumento del 30% del nuevo crédito a pymes y a la vivienda no logra incrementar la inversión total.
  • ¿Acaso hemos aprendido a vivir al margen de los bancos? ¿Serán, en un futuro, meros gestores de patrimonio?
  • Ibercaja parece haber aprendido: las comisiones ligadas a la banca en la sombra aumentan un 7,4% y el ahorro fuera de balance se dispara un 9,8%.
  • Mientras, los gastos de explotación se reducen un 1,6% ayudados por la reducción de oficinas y de plantilla.
El proceso de digitalización de las entidades financieras resulta una evidencia a lo largo de los últimos años, en la medida que el perfil y las necesidades de los clientes ha cambiado mucho con el desarrollo e implementación de la tecnología móvil. No hace demasiado desde que el BBVA acreditara que casi trece millones de sus clientes nunca habían visitado una sucursal ni, por sorprendente que parezca, la página web de la entidad financiera, operando de manera regular a través de la app disponible para los diferentes modelos de Smartphone. Esta es una demostración de que los verdaderos competidores de las entidades bancarias son las empresas tecnológicas, donde realmente puede estar la viabilidad de su actividad. Además, partir de las limitaciones patrimoniales derivadas del negocio inmobiliario y de la acumulación de activos dudosos no es lo más aconsejable en este nuevo entorno, en el que las disposiciones y requisitos de recursos propios son una lápida muy pesada. Y si encima eres pequeño, más complicado aún. No obstante, Amado Franco (en la imagen) debe estar razonablemente contento por superar las expectativas de Ibercaja. El resultado acumulado al mes de septiembre se eleva a 110 millones de euros gracias, fundamentalmente, a las menores dotaciones por deterioro, con un descenso del 5,6%, y a la existencia de 70 millones de ingresos atípicos. Al menos, los muebles han sido salvados… de momento. El incremento del 6,4% del resultado se apoya en la venta por 69,3 millones de su filial de gestión inmobiliaria a Aktua, algo imprescindible para enseñar una foto agradable a los inversores. No obstante, su margen de intereses refleja una caída del 12%, dato preocupante (427 millones) derivado de la presión de los tipos de interés y del descenso de la inversión. No obstante, sus ingresos totales se mantienen constantes en una cifra próxima a 900 millones, con un avance del 1% de las comisiones. En este esquema, los tipos de interés son una variable dada que en algún momento se recuperarán. Mientras, habrá que gestionar la coyuntura. El descenso del crédito del 3% queda explicado por un sano incremento de casi un 30% de los nuevos préstamos en el ámbito de la pyme y en préstamos de vivienda, formalización que, lamentablemente, no es capaz de incrementar la inversión total. El principal miedo en esta situación proviene del desapalancamiento y la más que probable posibilidad de que hayamos aprendido a vivir al margen de las entidades financieras. Debemos recordar cómo en EEUU, entre los años 2000 y 2010, la media de la financiación del mercado frente al crédito bancario es del 69%, frente al 27% en el caso español. Es decir, en EEUU sólo un 30% de los préstamos provienen directamente de las entidades de crédito, frente al 70% de nuestro caso. Un mínimo cambio en el dato español puede ser demoledor para el sector financiero. Deberán quedar para la gestión de patrimonios, algo que Ibercaja parece haber aprendido. Las comisiones ligadas a la banca en la sombra –fondos de inversión, pensiones y seguros– se ven incrementadas hasta el 7,4%, representando el 53% de todas las comisiones. De los recursos de los clientes, el ahorro fuera de balance se ve incrementado un 9,8% hasta los 20.106 millones. Todo bien hasta que este mercado implosione, implosión derivada de la burbuja de deuda pública, que algún día nos golpeará. En este sentido, las cosas no parecen ir mal, manteniendo una estructura de ingresos constantes apoyados por el resultado por operaciones financieras por venta de carteras, en una coyuntura compleja de los mercados financieros, con una elevada volatilidad. Los gastos de explotación se ven reducidos en un 1,6%, consumiendo el 51,4% de los ingresos totales, en los que la reducción de la red de sucursales ayuda, así como el ajuste de plantilla. Desde el punto de vista patrimonial su ratio de capital de máxima calidad se eleva a 10,6% frente al dato de cierre de 2015 del 9,5%. La morosidad desciende hasta el 8,8%, frente al 10,2% de hace un año. En concreto, el saldo de créditos dudoso cae un 16% y el de la cartera de adjudicados un 4%, hasta los 1.788 millones sobre la base de un activo total de 58.000 millones. Los recursos de los clientes, por valor de 50.000 millones, se incrementan levemente, un 2%, incremento, como hemos visto antes, al margen del balance. Dicho lo cual, y como inciso imprescindible en una fecha como hoy, martes ocho de noviembre, veremos quién gana las elecciones en EEUU. Alternativas: el malo o el peor. Elija quién es quién, pero piense que su banco está pendiente de las noticias. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com