• Sus proclamas a favor del proceso soberanista sólo le han penalizado en puntuaciones negativas de los analistas.
  • La compañía ganó 470,3 millones en 2014, récord, y superó por primera vez la barrera de los 1.000 millones en el ebitda ( 21,1).
  • Pero no hay que olvidar que el 90% de la facturación de la empresa catalana proviene del exterior, especialmente EEUU y Canadá.

No deja de ser una paradoja el beneficio récord de Grifols en 2014, cuando su presidente, Víctor Grifols (en la imagen), ha sido uno de los más fervientes partidarios de la independencia de Cataluña, algo que ha provocado el 'mosqueo' de los analistas (en abril, por ejemplo) a la hora de recomendar el valor. El empresario dijo en noviembre, por ejemplo, que "el tamaño de los países no importa, importa la calidad del país", en abierto apoyo a las aspiraciones soberanistas, como en abril, cuando reclamó al president Artur Mas que no se arrugue en ese proceso desafiante (para el resto de España).

El fabricante de hemoderivados ha presentado sus resultados de 2014, en el que ganó 470,3 millones de euros, el 36,1% más. Tiene una explicación: el 90% de su facturación proviene del exterior. A principios de 2014, una prueba más, compró la unidad de diagnóstico transfusional e inmunología de la suiza Novartis por 1.240 millones de euros. Y gracias en parte a esa compra ha aumentado un 20% su facturación en EEUU y Canadá, países en los que se concentra el 61% de sus ingresos. En Europa, la compañía ingresó un 19% más.

Los ingresos totales y el ebitda crecen, menos que el beneficio, pero a buen ritmo. La compañía ingresó un 22,4%, hasta 3.355,4 millones de euros, y aumentó su resultado bruto de explotación un 21,1%, hasta 1.047,2 millones. No superaba hasta ahora los 1.000 millones.

La deuda financiera del grupo ha aumentado a 3.235,7 millones, tres veces el ebitda, por la compra del negocio mencionado a Novartis.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com