• Si el populismo sube, el valor de la gasista española baja, ante el miedo de una posible regulación más restrictiva.
  • Su beneficio neto asciende a 213,1 millones ( 1,5%) y la rebaja del Impuesto de Sociedades ha jugado a su favor.
  • Está pendiente de dos importantes proyectos: la construcción del gasoducto Trans Adriatic Pipeline (TAP) y el Medgaz.
  • El primero conectará Albania con Italia a través de Grecia y Enagás ya ha invertido 100 millones, mientras el segundo quiere convertir a España en la puerta de entrada a Europa del gas argelino.
  • A todo esto se suma la mejora de la calificación realizada por Standard & Poor's, pasando de BBB a BBB , una "manita" para intentar parar parte de las incertidumbres creadas entre los inversores.
Este martes rompe el fuego, en la presentación de cuentas de las grandes sociedades, la gasista Enagás, y lo hace en un momento bastante convulso en la cotización en bolsa de su valor: una corrección hasta los 23,50€ el 8 de julio, viniendo de 28,47€ de máxima anual el 27 de abril, parece un severo correctivo que ha tenido consecuencias en la marcha de su cotización en estos dos últimos meses, aunque se va recuperando un poco, pues este martes a media sesión rondaba los 26€, igual valor que hace un mes. Quizás una de las circunstancias externas a la compañía que nos dé una idea del porqué de esta corrección a la baja, se pueda encontrar en los resultados de las pasadas elecciones locales del 24-M y su posible extrapolación a unas cercanas generales, no hay que olvidar que Enagás se encuentra en un sector fuertemente regulado y un gobierno cercano a según qué ideas más intervencionistas podría influir en su marcha económica. Pero parece que noticias como el pago de un dividendo complementario de 0,78% en este mes; las recomendaciones de compra por parte de HSBC; la reciente inversión de 215M€ en bolsa del Bank of América, que le convierte en el segundo mayor accionista con el 3,61% del capital, por detrás de la SEPI, que mantiene su 5% en el capital de la compañía, han compensado la corrección en bolsa que supuso la salida de Omán Oíl Holdings del accionariado a 26,3€, un 2,5% del precio de mercado. Dentro de esta situación bursátil de la compañía, parece que los resultados pudiesen dar una tregua y moderar las bajadas de las últimas semanas. Pero, a pesar de que en una primera lectura el beneficio neto del primer semestre (213,1M€) haya crecido un 1,5% sobre el del mismo periodo del 2014, la verdad es que la fiscalidad ha jugado en su favor: la rebaja en el Impuesto de Sociedades ha evitado unas cifras por debajo de las del año pasado. Así, el resultado bruto ha descendido un 2,3% y los ingresos, un 4,6%, debido al famoso "impacto regulatorio" que ha supuesto 59,6M€ menos compensados por 25,5M€ de "extraordinarios". Los gastos operativos han crecido un 14,6%, lo que ha dejado un Ebitda de 458,8M€, que supone un 9,6% menos que el del primer semestre de 2014. La verdad es que la cuenta de resultados de Enagás no es muy alentadora y lo peor es que el segundo trimestre de este ejercicio fue peor que el primero, con lo que mucho tendrán que mejorar para romper esta tendencia, sobre todo en lo que se refiere a ingresos operativos. Sin embargo, el presidente de la gasista, Antonio Llardén (en la imagen), ha presumido de datos en la conferencia telefónica de este martes, destacando que el beneficio neto ha aumentado un 1,5% gracias a la mayor contribución de los activos internacionales, fundamentalmente de Transportadora de Gas del Perú (TgP) y de Compañía Operadora de Gas del Amazonas (COGA), así como por la apreciación del dólar frente al euro. Asimismo, Llardén ha subrayado que la cifra está en línea con el objetivo previsto. Por lo que se refiere a la deuda de Enagás, asciende a finales del primer semestre a 3.850,8M€, mientras que a finales de 2014 se situaba en 4.059,1M€ un 5,13% menos. Su coste medio se sitúa en un 3,0%, un 0,1% menos respecto a 2014, sobre todo gracias a las dos emisiones de bonos por 1.000M€, con cupón entre el 1,25% y el 1%, que han servido para amortizar anticipadamente bonos de emisiones anteriores, con cupón entre el 4,25% y Euribor a 6 meses más 2,75%. La compañía continua su línea de inversiones, y durante este periodo esta cifra asciende a 280,3M€ (142,6M€ en el ámbito internacional y 137,7M€ en España), cuando el objetivo para todo el año es de 430M€. Destacan las siguientes: la realizada para adquirir el 50% de Swedegas por 96,5M€; la del 30% de la planta de regasificación de Saggas por 60,9M€ y un 10% de Bahía de Bizkaia Gas (BBG) por 11,6M€, que eleva la participación en esta sociedad hasta el 50%. Además, el pasado junio, la gasista española anunció la compra de un 4,34% de TgP, por 97,4M USD, situando su participación en esta sociedad en un 24,34% y convirtiéndose en su segundo mayor accionista; un desembolso que ha realizado durante este mes. Las previsiones de Enagás, según Llardén, son que la demanda de gas natural crezca este año un 5%, después que desde 2008 no haya habido ningún repunte. Un optimismo que se basa en el aumento del 5,3% registrado en el primer semestre respecto al mismo periodo del año pasado, gracias al mayor consumo de gas para el sector eléctrico ( 24,%%) por la menor hidraulicidad y la menor generación eólica, así como al incremento de la demanda convencional ( 2,1%) por unas temperaturas más bajas en invierno y a la recuperación económica. También está jugando a favor de las ventas de la compañía la subida de la demanda eléctrica que se está registrando en este último mes como consecuencia del mayor consumo eléctrico a causa de las altas temperaturas. De hecho, el pasado 7 de julio se registró el récord de 2014-2015, con un aumento del 6%. A esto se unen los indicios de recuperación en la producción por la mejora económica, ya anunciada por diversos organismos nacionales e internacionales, que ha supuesto un 32,7% más de entrega de gas para la generación eléctrica. A pesar de estas perspectivas parece que las próximas fechas serán importantes para las compañías reguladas como Enagás. La incertidumbre de unas próximas elecciones generales, en las que la llegada de algún partido de tinte populista o coalición de intereses de este mismo signo, podrían desencadenar una nueva caída de su valor en bolsa ante el miedo de una posible regulación más restrictiva que siguiese castigando una cuenta de resultados ya de por si no muy boyante. En cuanto al nuevo mercado del gas en España, el Ceo, Marcelino Oreja, afirmó que arrancará "en las próximas semanas" y que, conforme establece la ley, el gestor técnico del sistema gasista asumirá una participación del 13%. La situación internacional tampoco ha de ayudar mucho para una empresa gasista. Los conflictos armados en zonas productoras, los mercados paralelos que se están creando alrededor de las ventas de producción de gas y crudo, que hace el llamado Estado Islámico en los territorios que ocupa para financiar sus actividades bélico-terroristas, a precios muy por debajo del mercado y la tensión de Rusia, uno de los principales productores, con algún país de su alrededor por los suministros de gas, pueden influir de forma importante en los mercados energéticos, provocando una inestabilidad en las cuentas de resultados y en las expectativas de las compañías del sector. En este punto, cabe mencionar dos importantes proyectos en los que está presente Enagás: la construcción del gasoducto Trans Adriatic Pipeline (TAP) y el Medgaz. En cuanto al primero, Llardén ha señalado que ya han invertido unos 100M€ y que el "riesgo prácticamente ha desaparecido" tras el cese como ministro de Energía de Grecia de Panayotis Lafazanis. Esto no es baladí, pues el TAP es un gasoducto que tendrá 871 kilómetros y conectará Albania con Italia a través de Grecia, y en cuya construcción Enagás participa con un 16%. En cuanto al Medgaz -gasoducto que transporta el gas argelino hasta en España, entrando por Almería-, hay que destacar que quizá sea uno de los temas a tratar en la VI Reunión de Alto Nivel Hispano-Argelina. En abril, el ministro de Industria, José Manuel Soria, coincidió con el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, en defender la mejora de las interconexiones energéticas para que España sea la puerta de entrada a Europa del gas argelino. Un objetivo en el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene mucho empeño y en el que espera que ayude el hecho de que el comisario de Energía sea el español Miguel Arias Cañete. Por ultimo dos buenas noticias. Llardén estima que el sistema gasista alcance el equilibrio en 2020, es decir, que de aquí hasta esa fecha se elimine el déficit de tarifa. Y la segunda, en estos últimos días Standard & Poor's ha echado una "manita" a Enagás para intentar parar parte de las incertidumbres creadas entre los inversores, pues ha revisado su calificación elevándola de BBB a BBB , un poquito de aire para este sofocante calor bursátil. Un rating que Llardén tiene el objetivo de mantener, al igual que la calificación A- de Fitch. Veremos si lo consigue. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com