Pues aquí tenemos las cuentas del primer trimestre de 2020: 17,3 millones de euros, un 29,9% menos de beneficio que en igual periodo de 2019. La cooperativa, porque Cajamar es una cooperativa como recordarán ustedes, alega para esta bajada el esfuerzo que han supuesto las provisiones en avance de los problemas que está generando el Covid-19. Como en otras entidades bancarias que hemos analizado estos días, vamos a ver si es así.

Los márgenes no han subido en el caso de Cajamar ni en el último trimestre, ni en el último año. Si medimos el margen de intereses sobre activos totales medios (ATM), es decir, sobre el tamaño de la entidad, nos encontramos con que dicho margen era del 1,36% a marzo de 2019, 1,30% a diciembre de 2019, para todo el año, y 1,24% a marzo de 2020. Una caída del 0,14% en términos absolutos, un 10% en términos relativos de dichos márgenes sobre ATM.

Si al anterior le sumamos las comisiones y diferencias de cambio, la entidad no las da separadas, los ingresos obtenidos están estables en este trimestre si los comparamos con el primero de 2019. En ambos casos dichos ingresos alcanzan los 21 millones de euros, pero claro, el balance ha crecido en los últimos meses un 9,2%, así que, sobre ATM, estos ingresos han bajado desde el 1,93% al 1,77%. Un 0,16% menos en términos absolutos y un 8,3% menos en relativos.

El siguiente margen, el bruto, tiene una caída mayor aún. En marzo de 2019 era del 2,17%, en diciembre de 2019, para todo el año, del 2,53% y en marzo de 2020 del 1,94%. En todos los casos sobre ATM. La caída es muy elevada, por tanto, en los últimos tres meses.

Más preocupante es la caída del último margen, el de explotación, antes de entrar en el proceloso mundo de las provisiones y los deterioros de los activos. Al cierre de marzo de 2020 era del 0,74%, frente al 0,87% de hace un año para el primer trimestre de 2019, o del 1,26% para todo el año 2019, todo ello, insistimos, sobre ATM. A este margen se llega con 7 millones menos de ingresos netos, justo la diferencia final de los resultados del primer trimestre de 2020 con respecto a igual periodo de 2019.

La entidad se defiende publicando un margen de explotación recurrente, pero no explica cómo lo obtiene. Dándoselo por bueno, este último margen ha crecido, pero viendo los importes y las partidas que componen el margen de explotación sigue sin parecérnoslo.

Ya veremos qué pasa cuando los efectos del Covid-19 golpeen a la cartera de Cajamar. Ahora mismo sólo vemos una cosa: márgenes a la baja

Vamos a los deterioros y provisiones. Los primeros (que recogen las pérdidas estimadas en la cartera de morosos) en importes casi iguales a los cierres de marzo de 2019 y 2020, respectivamente. Las provisiones (que recogen las pérdidas por contingencias que, como ya hemos dicho, vienen y van) son más bajas en este primer trimestre de 2020, si las comparamos con las de 2019. Así que al final, el resultado antes de impuestos cae desde el 0,21% al 0,16% sobre ATM. Los impuestos perjudican casi en 3 millones de euros a la comparación entre primeros trimestres (el de 2019 y el de 2020) porque el año pasado se recuperaron activos fiscales diferidos y este año ha habido que provisionar un pago.

Como en el caso de Ibercaja: el negocio no va. El Covid-19 es excusa, pero no ha sido en el caso de Cajamar, a diferencia de en Unicaja cuyos márgenes subían, para poner al día (o más cerca del día) los deterioros de la cartera de créditos y adjudicados.

La tasa de morosidad, eso sí, ha caído fuertemente: del 7,31% al 5,82% en un año. Esta caída se podría haber aprovechado para aumentar aún más la tasa de cobertura de los morosos, que lo ha hecho desde el 44,01% al 49,8% en doce meses, lo que vendría a demostrar que los deterioros contabilizados han sido los estrictamente necesarios y que no ha habido ese esfuerzo Covid-19 del que habla la entidad.

Los ratios de liquidez (LCR y NSFR) holgados y muy por encima, como en casi todas las entidades, de los mínimos exigibles. La solvencia ha mejorado (el CET 1 phased in en el 12,7%, con un crecimiento del 2,4%).

Ya veremos qué pasa cuando los efectos del Covid-19 golpeen a la cartera de Cajamar. Ahora mismo sólo vemos una cosa: márgenes a la baja.