• Sobre todo, por los flojos resultados del primer trimestre.
  • Bajan todos los márgenes y la morosidad se mantiene por encima del 13%.
  • Aun así, la entidad que preside Carlos Egea gana un 18% más gracias al recorte de gastos y a menores provisiones.
El Frob, o sea, el Gobierno, tiene un problema con Banco Mare Nostrum (BMN), del que posee el 65%. El problema es que sigue intentando colocar la entidad a un banco mayor, pero no encuentra, de momento, a nadie dispuesto a quedarse con la entidad formada por Caja Murcia, Cajagrandaa y la balear Sa Nostra. Y es que se juntan el hambre con las ganas de comer. Por un lado, el Frob quiere colocar el banco porque sus resultados, trimestre a trimestre, muestran una entidad que languidece poco a poco. Pero, por otro lado, esos mismos resultados son los que dificultan el interés de los bancos mayores. Concretamente, de enero a marzo, el margen de intereses de la entidad que preside Carlos Egea (en la imagen) bajó un 8,6%, y pasó de los 139 millones de euros registrados en marzo de 2014 a los 127 millones de este año. Las comisiones siguieron el mismo camino y descendieron un 19,3%, hasta los 46 millones de euros. Y el margen bruto, más de lo mismo: bajó un 16,8%, hasta los 217 millones, en parte debido a la caída del ROF, que disminuyó un 46,5% para pasar, de los 73 millones en 2014 a los 39 millones en 2015. Y todo esto unido a una morosidad que continúa en niveles excesivamente elevados, del 13,3%. Hace un año era del 13,8%. Pues bien, aun con todo lo anterior, BMN ganó un 18% más durante el primer trimestre de 2015, hasta los 27 millones de euros. Y lo hizo gracias al recorte de los gastos de explotación, que bajaron un 6%, y a las menores provisiones, que cayeron un 29%. En la nota remitida a la CNMV, la entidad explica que el crédito nuevo ha seguido creciendo, concretamente, un 35%, hasta alcanzar los 719 millones de euros. De ellos, un 57% fueron para financiar a pymes y autónomos. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com