Los resultados de Atresmedia en el primer trimestre de 2020 (21,7 millones de euros -M€-) son mucho peores de los que obtuvo en el primer trimestre de 2019 (28,7 M€): un 24,4% de caída. Así se entiende mejor que las últimas dádivas del Gobierno al sector hayan provocado el absoluto abandono de éste de cualquier atisbo de vergüenza propia y ajena.

Y es que los ingresos no van bien: desde los 257,4 M€ que el grupo obtuvo en el primer trimestre del año 2019 hemos pasado a los 223,4 M€ del primer trimestre de 2020. La caída de ingresos es del 13,2% pero como los gastos son menos flexibles a la baja, se han reducido en un 11,7% de un trimestre a otro, nos encontramos finalmente con un resultado de explotación que baja en un 22,5%, para los mismos términos comparativos, muy en la línea de la caída final del resultado.

Beneficio (-24,4%), ingresos (-13,2%), resultado de explotación (-22,5%) e inversión (-43,9%) a la baja, pese a la ayuda del Gobierno... el negocio no va bien

Pero lo peor no está aquí sino en la cada vez más reducida capacidad de generar liquidez del negocio. Durante el primer trimestre de 2019 se produjo liquidez por valor de 68,7 M€, mientras que en el trimestre que ahora cerramos sólo asciende a 18,7 M€: 50 M€ menos de caja o un 72,8% en términos relativos. Para compensar este desastre, el grupo ha reducido su inversión neta en un 43,9%, pasando a unos exiguos 3,2 M€ al cierre de marzo de 2020.

Sin embargo, la caja del grupo está bien llenita y ha aumentado en 87 M€ este trimestre porque la compañía ha emitido deuda como si no hubiera mañana, en concreto 68 M€ netos. Como muchas otras compañías en el mes de marzo, y previendo lo que se venía, han atesorado liquidez a costa de nuevo endeudamiento. Casi todo este nuevo endeudamiento es bancario (+73 M€) y a corto plazo (+90 M€), mientras se ha reducido el crédito de proveedores y el dado a los clientes.

Casi todo este nuevo endeudamiento es bancario (+73 M€) y a corto plazo (+90 M€), mientras se ha reducido el crédito de proveedores y el dado a los clientes

Así las cosas, el grupo tiene liquidez para pasar el invierno que se avecina. Otra cosa es si el negocio va a generar para pagar las facturas de la calefacción, porque lo que estamos viendo es que cada vez lo tiene más difícil. Un buen indicador sería las veces en que la deuda neta supera a Ebitda: este trimestre nos da 4,9 mientras que en el primer trimestre de 2019 nos daba 3,8 (+28,9%). Aquí sus intereses vuelven a alinearse con los del Gobierno: tipos bajos. Como los mercados de deuda se tensionen mucho, a pesar de los esfuerzos del BCE, el coste financiero puede comenzar a ser un dolor de cabeza. Ahora, gracias a los tipos tan bajos no lo es.

Mientras tanto, el sector audiovisual continuará presionando una regulación que perjudique a los que le están quitando el negocio: las plataformas e Internet. Se trata de que los recién llegados, que se van llevando el negocio de la publicidad y son capaces de conseguir que la gente pague por verlos, paguen impuestos y sostengan a RTVE, que les cedió su cuota de mercado en 2010 a cambio de nada para luego cobrársela a otros (Telefónica, entre ellos).

La televisión está muerta y el Covid-19 va a acelerar este proceso. Mientras tanto, el sector le venderá días de permanencia en el Gobierno a Sánchez a cambio de meses de vida.