• El beneficio neto aumenta un 3% en el semestre, pero las ventas del grupo caen un 4,8%.
  • Florentino compensa la caída del negocio en España con la actividad en el exterior... y con reclamaciones al Estado por valor de 2.000 millones de euros.
  • La operación Saeta Yield, clave para la desconsolidación de la deuda asociada a las renovables.
El beneficio neto de ACS aumentó un 3% durante el primer semestre del año, hasta alcanzar los 407 millones de euros. El dato es positivo, pero no tanto si tenemos en cuenta que se debe a impactos extraordinarios y no a la marcha del negocio puro y duro. Estamos hablando de la variación del valor de Iberdrola –en mayo vendió el equity swap sobre el 2,6% del capital de la eléctrica, con un "pequeño beneficio"- de las plusvalías por la venta de activos concesionales en Hochtief Europa, Iridium y Urbaser, y de la salida a bolsa de Saeta Yield, a la que luego volveremos. Las grandes cifras, de enero a junio: las ventas caen un 4,8%, hasta los 17.860 millones de euros; el Ebitda crece un 3%, hasta alcanzar los 1.315 millones; el Ebit también aumenta (1%), hasta los 846 millones, y el beneficio neto crece un 3%, hasta los 407 millones. Deuda neta: 3.508 millones, un 39,6% menos que en junio de 2014, según ACS. ¿Qué ha pasado con el negocio? El de construcción se ha mantenido prácticamente plano ( 0,2%), gracias a que la actividad internacional ha compensado la caída del negocio en España. Sí es cierto que la cartera ha crecido un 44% respecto al primer semestre de 2014, pero son proyectos concesionales en su primera fase. Habrá que esperar al final de año o al comienzo de 2016 para ver su impacto en las ventas del grupo. Pero Florentino Pérez (en la imagen) va a por todas y está dispuesto a compensar la caída del negocio en España con reclamaciones al Estado, o sea, a todos los españoles. La última, la demanda de 600 millones por el cierre de la desaladora de Escombreras (Murcia). Hasta la fecha, Florentino ha reclamado a los españoles cerca de 2.000 millones. La otra gran actividad de ACS, los servicios industriales –representan el 20% de las ventas totales- disminuyó sus ventas un 2,7%. En la nota remitida a los medios el pasado viernes, el grupo argumenta que esta caída se debe a la venta de los activos de energía renovable a Saeta Yield. Sin este impacto, las ventas aumentan un 0,5%. En cualquier caso, el crecimiento internacional del 9,75%, especialmente en Estados Unidos, no ha logrado compensar la caída del 15,8% de la actividad en nuestro país. Todo lo contrario ocurre con la actividad de medioambiente, cuyas ventas crecieron un significativo 84,6% gracias a que, durante el tercer trimestre de 2014, el grupo recuperó el control total de Clece tras el intento fallido de venta. En todo caso, medioambiente sólo supone el 9% de las ventas de ACS. El otro gran apartado –lo es desde hace años- es de la deuda. Y ahí, la operación Saeta Yield tiene un gran protagonismo. En la nota, ACS señala dos hitos fundamentales en la reducción del endeudamiento neto: la venta de John Holland y Leighton Services por parte de CIMIC –diciembre de 2014-, que aportaron unos 900 millones de euros netos de impuestos, y la salida a bolsa de Saeta, por un valor de unos 500 millones. Pero el verdadero protagonismo no está en esos 500 millones. Está en la desconolidación de la deuda asociada a esos activos renovables, que han estado disponibles para la venta durante años y que ahora Florentino ha logrado quitárselos de encima –sólo en parte- gracias a Saeta. Pero las deudas hay que pagarlas, y la 'YieldoCo' cerró el primer trimestre del año con una deuda neta de 780 millones de euros y un ratio de deuda neta sobre Ebitda de 5,1 veces. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com