El miércoles por la tarde, muy tarde, la compañía presidida por Florentino Pérez, ACS, presentó sus cuentas cerradas a septiembre de 2019.

Lo primero que voy ha hacer es un reconocimiento a la buena situación actual de la compañía que, a la vista de los últimos acontecimientos y operaciones realizadas, en especial a raíz de la adquisición, junto con Atlantia, de la gestora de autopistas Abertis, toda una obra de ingeniería financiera que se acerca a un valor de 16.500 millones de euros (M€), que está requiriendo una financiación bancaria de unos 10.000M€ y un entramado de cruce de participaciones como la venta a Atlantia del 23,9% de la joya de la corona de ACS que es Hochtief (ACS retiene, después de la operación, el 50,41%).

Esta operación da a la asociación italo española una situación de supremacía en el sector, ya que une al primer operador mundial en autopistas por los kilómetros gestionados con la primera empresa de ese sector en Europa y, de facto, casi les convierte en un monopolio en bastantes países sobre todo de Europa.

La primera aportación de los resultados de esta alianza le ha reportado al beneficio neto de ACS un resultado neto de 691M€, que supone un 14,6% más que el obtenido en 2017.

El importe neto de la cifra de negocios crece un 5,2% y llega hasta los 27.091M€. Por negocios, ha sido el de construcción el que, con una aportación de 1.099M€ más que en 2017, se sitúa como motor de las ventas. Desde la perspectiva de las áreas geográficas, los 12.224M€ de América del Norte, seguidos de los 7.385 de Asia Pacífico, suponen el 72,38% del total de las ventas. España obtiene 3.878M€ que, en términos porcentuales, supone el 14,31% del total.

La compañía no contabiliza como deuda los 8.284 millones de la financiación vinculada a la operación de Abertis por considerar no completada la transacción

La cartera de negocios crece en las tres líneas de negocio, de forma porcentual, especialmente en servicios, un 21,9%, y de forma absoluta en construcción con 4.008M€. América del Norte ha marcado el mayor crecimiento con el 34,5%.

Los gastos de explotación han crecido un 5,58% lo que deja la cifra del Ebitda en 1.806M€, un 6,7% más que en 2017 y ligeramente superior al incremento obtenido en las ventas.

El resultado financiero neto es de -195M€ en este periodo, mientras que en el pasado ejercicio fue de -49M€, afectado principalmente por las ventas de dos participaciones y las revisiones de valor de otros activos financieros. También se recoge el incremento del valor de la participación en MásMóvil, cuya deuda convertible será vendida con una plusvalía de 5,5M€. En el epígrafe de resultado por puesta en equivalencia se recogen por primera vez unos 146M€ de la parte proporcional del resultado de Abertis, cuyo impacto neto en la cuenta se ha cifrado en +123M€.

El patrimonio neto ha disminuido en un 29,3% debido a la aplicación de las normas NIIF 9 y 15 y a la venta del 23,9% de Hochtief a Atlantia en el marco de la operación de Abertis.

La deuda neta que declara asciende a -128M€, pero ha dejado fuera 8.284M€ de la financiación vinculada a la operación de Abertis por considerar no completada la transacción.

Me resulta contradictoria la sensación que me produce la situación de ACS postoperación Abertis. Por una parte, la compañía entra en otra órbita fuera del puro negocio de la construcción que ha venido siendo su actividad principal y la que le ha aportado sus beneficios más recurrentes y, en teoría, entra en un escalón superior de las compañías más diversificadas. Entra, en resumen, en el negocio de las concesiones, y lo hace a lo grande. Ahora bien, resultad que ACS no controla Abertis: la controla Atlantia. Con lo cual, no sabemos si estamos hablando de diversificación o de una operación especulativa. Operación especulativa que, además, tendría su riesgo (recordemos que ¡Oh capitán, mi capitán! es un gran amante de los deportes de riesgo. Vean, por ejemplo, el fichaje de Lopetegui). Decimos especulativamente peligrosa porque la compra de Abertis, una compañía para dividendar, ha sobre endeudado, nuevamente a la matriz. En definitiva, Abertis aporta fondos a ACS al tiempo que apalanca a ACS. Y todo ello, en situación de interinidad: los que mandan son los italianos.