El restaurante El Badil de Albacete tuvo que cerrar sus puertas durante el día de ayer, tal como recoge eldigitaldealbacete.com ante las amenazas de un grupo de inmigrantes procedentes de un asentamiento ilegal, en el que se habían detectado 21 positivos por coronavirus. En un comunicado emitido desde el propio establecimiento, sus responsables explican: “Nos hemos visto obligados a cerrar nuestro restaurante, avisar a nuestros clientes y anular todas las reservas (con el restaurante lleno para ver el GP de España de Motociclismo y encerrarnos dentro porque decenas de personas con sillas y mesas se nos han encarado al grito de “aquí mandamos nosotros”.

Desde el restaurante lamentan que “la única presencia policial era de unos 10 agentes de la Policía Local y varios de la Policía Nacional, por lo cual la situación ha sido caótica y poco menos que de guerra, amenazando a quienes intentaban grabar con sus móviles, golpeando coches que pasaban y gritando “españoles de mierda”.

Por todo lo anterior, hicieron un llamamiento a toda la clase política a la que señalan como los “máximos responsables”, ya que “no han hecho nada durante años y esto se veía venir desde hace mucho tiempo”. El comunicado termina con una pregunta a las autoridades “¿Se van a hacer ustedes cargo de las pérdidas de mi negocio hoy?”.

Restaurante El Badil ok

Desde Podemos Albacete sostienen: “Estas personas quieren un trabajo y una vida dignas, pero las únicas soluciones que les ofrece nuestra sociedad son asentamientos en condiciones infrahumanas y de hacinamiento, muchas veces sin agua potable siquiera. Su único sustento proviene de trabajar en el campo y quienes se aprovechan de su situación no les proporcionan alojamiento ni condiciones de trabajo medianamente dignas”. “Estamos hablando de personas al límite y, si bien no justificamos el comportamiento de algunos de ellos, no queremos que esto pase desapercibido como un simple problema de orden público. Esperamos que sirva a la ciudadanía de Albacete y a las administraciones competentes para darse cuenta de que, si no atajamos el comportamiento abusivo de quienes se aprovechan del sudor de esta gente, el problema irá a peor”, finalizaban en el comunicado. De los daños causados a los comercios y mobiliarios de la zona, Podemos no dice nada más allá de expresar "su “rechazo ante todo tipo de violencia, venga de donde venga".