Repsol se ha convertido en una compañía multienergética y fue la primera de su sector que asumió el objetivo de cero emisiones en 2050, impulsando su descarbonización, pero eso no supone que abandone los hidrocarburos. Su estrategia en exploración y producción (upstream) pasa por concentrarse en los 14 proyectos de mayor valor, un movimiento que explica su salida de Malasia y la venta de un pozo en Vietnam.

En concreto, sus participaciones en los pozos malayos PM3 CAA, Kinabalu y PM305/314, así como del bloque 46 CN vietnamita, el cual estaba conectado al de PM3 CAA. Unos activos de exploración y producción que sólo suponen un 2% de la producción neta mundial de Repsol. La compradora ha sido Hibiscus Petroleum, la primera empresa independiente de exploración y producción de petróleo y gas que cotiza en Malasia: una transacción que ha realizado a través de la sociedad Fortuna International Petroleum por 212,5 millones de dólares (unos 174 millones de euros), según ha informado la propia Hibiscus al regulador bursátil de Kuala Lumpur.

En su Plan Estratégico, Repsol se fijó el objetivo de reducir sus proyectos de 25 a los 14 que son clave, centrándose en cuencas productivas donde se priorizará el valor sobre el volumen

Los fondos obtenidos, así como el ahorro en inversiones, ayudarán a que la compañía que preside Antonio Brufau financie proyectos estratégicos y nuevas iniciativas bajas en carbono. Conviene recordar que no es la primera salida en upstream ni será la última, porque en su Plan Estratégico, se fijó el objetivo de reducir sus proyectos de 25 a los 14 que son clave, centrándose en cuencas productivas donde se priorizará el valor sobre el volumen. Hasta ahora, ha dejado la exploración en varios países (Papúa Nueva Guinea, Marruecos, Irlanda, Australia y Malasia) y la producción en otros (Rusia, España y Malasia).

Con un negocio de upstream más concentrado en las áreas geográficas con mayores ventajas competitivas, Repsol prevé tener una producción de unos 650.000 barriles equivalentes de petróleo al día hasta 2025. Entre dichas áreas se encuentran: EEUU, Bolivia, Perú y Canadá, entre otros países, donde la compañía tiene una amplia posición. Al mismo tiempo, la decisión de Joe Biden de suspender la extracción de petróleo y gas en la Reserva Nacional de Vida Silvestre del Ártico, una zona costera de Alaska (EEUU), no afecta a sus activos de exploración en dicho estado.

Repsol tiene más flexibilidad desde que compró Talisman Energy y ha hecho grandes descubrimientos desde 2008, por eso tiene 4.000 millones de barriles ya descubiertos... por lo que puede permitirse no invertir tanto en 'upstream'

Repsol tiene mucha más flexibilidad desde que compró la petrolera canadiense Talisman Energy, operación que cerró en mayo de 2015 y que le llevó a reordenar su cartera hacia los activos con más sentido para proyectos de desarrollo y producción. A esto se suman los grandes descubrimientos que ha hecho desde 2008 (entre los últimos, están el de Sakakemang, en Indonesia; y dos en México). Por tanto, no necesita invertir tanto en recursos nuevos, por eso ahora ha bajado la inversión en exploración a 200-250 millones de dólares al año (entre 164 y 205 millones de euros), según refirió el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, en un webinar de la Conferencia Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE).

“Estamos mucho más focalizados en las zonas en las que los breakevens (puntos de equilibrio) son más bajos, allá donde tenemos infraestructuras, allá donde podemos desarrollarlos más rápido porque queremos tener esa flexibilidad y porque tenemos 4.000 millones de barriles ya descubiertos como recursos contingentes”, explicó Imaz. Es decir, “tenemos el frigorífico lleno, por decirlo de alguna forma, y es más rentable y más eficiente ir sacando las cosas del frigorífico en lugar de seguir haciendo la compra a los mismos niveles en los que los estábamos haciendo antes”, añadió. Además, respondió a la Agencia Internacional de la Energía (AIE), después de que esta pidiera que se dejen de explorar nuevos yacimientos de petróleo y gas en su ruta hacia 2050: “Lo que podría hacer es prohibir la exploración en sus países (EEUU, Noruega, Reino Unido,...), si fueran serios”

Con la nevera llena las menores inversiones en exploración tienen sentido y la estrategia más focalizada no supone renunciar a los hidrocarburos por mucho que suceda en un mundo que camina cada vez más hacia los negocios bajos en carbono. Además, Repsol también tiene otros negocios y entre otros de sus últimos movimientos está la entrada en el negocio renovable de EEUU y también la venta del negocio de carburantes en Italia