• En la Junta de Accionistas, Antonio Brufau ratifica todos sus principios.
  • Un euro de dividendo, con un generoso 'pay-out' del 62%.
  • Ratificación por cuatro años de empresarios próximos al presidente. Entre ellos, el propio Josu Jon Imaz y Angel Durández.
  • Aunque lo previsible es que Brufau no termine su mandato… como no lo terminarán los de Sacyr.
  • Al tiempo, las gasolinas bajan, en plena refriega con la CNMC. 

Decíamos ayer que Antonio Brufau no ha cedido el poder a Josu Jon Imaz en Repsol; lo que le ha forzado es a trabajar más. Y sí, le sigue considerando su sucesor, pero será una transición lenta en el tiempo y sólo llegará a término en el caso de que Imaz coloque bien sus peones y haga bien su faena.

Para esta lenta sustitución Brufau cuenta con una empresa que marcha bien, aunque necesita más ritmo y más crudo, y que cubrirá una nueva etapa en la próxima Junta General de accionistas del 30 de abril. El informe enviado a la CNMV demuestra que la hoja de ruta sigue vigente. Se confirma todo lo anunciado: un pay-out fuerte, del 62%, que permite una remuneración de 1 euro por acción. Insuficiente para hacer que despegue la acción que se ha convertido en una de las obsesiones del equipo directivo, pero suficiente para apuntalar una capitalización, que ronda los 24.000 millones de euros.

Renuevan los consejeros más próximos a Brufau y alguno de Sacyr. Renuevan por un periodo de cuatro años -un lapso equívoco en el caso de Brufau, dado que su horizonte llega hasta 2017- Imaz, Ángel Durández o Loureda. Los de Sacyr, tanto Manrique como Loureda, no creo que aguanten un cuatrienio. Y cuidado, será difícil mantener en 2015 el dividendo de 2014.

Al tiempo, las gasolinas bajan ante la salida de Semana Santa, en plena batalla de Repsol contra la CNMC y su presidente, Marín Quemada, una batalla en la que nunca debieron entrar. En cualquier caso, la repercusión sobre el precio de los carburantes no ha terminado.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com