• Brufau ha realizado una buena operación bursátil pero eso no cambia el problema de fondo: el crudo a 30 dólares el barril.
  • Y las previsiones de organismos internacionales no son muy halagüeñas para los próximos ejercicios.
  • La petrolera compensará la caída del negocio de exploración y producción con el aumento de los márgenes del refino.
Las medidas anunciadas por Repsol a la CNMV en la tarde del miércoles 27 de enero han gustado al mercado. Prueba de ello es la subida superior al 5% que ha experimentado su cotización en la apertura de la sesión de este jueves. Es decir, el mercado aplaude la provisión de 2.900 millones de euros, lo que supone que cerrará el ejercicio 2015 con pérdidas de 1.200 millones. Sin duda, Antonio Brufau (en la imagen, junto al Ceo, Josu Jon Imaz), ha realizado una buena operación bursátil. A media sesión, los títulos de la petrolera subían más de un 4% mientras el Ibex perdía algo más de un 1%. Ahora bien, el problema de fondo no se ha solucionado. Hablamos del precio del crudo, que continúa entorno a los 30 dólares el barril de Brent, el de referencia en Europa. Este es el verdadero problema al que se enfrenta Repsol y el que realmente preocupa de cara al dividendo de 2016. Un precio tan bajo y, sobre todo, prolongado en el tiempo, no juega a favor de los planes de la compañía que, recuerden, fía su plan estratégico 2016-2020 a un barril de petróleo en 50 dólares como mínimo. Es cierto que sólo estamos en el primer año de ejecución del plan. Pero también lo es que algunos organismos internacionales como, por ejemplo, el Banco Mundial, auguran que el precio medio del crudo no supere los 37 dólares el barril durante un periodo de tiempo prolongado. El cese de las sanciones a Irán y la crisis de los países emergentes tendrán la culpa. Por esta razón, los analistas reclaman a la compañía nuevas medidas. Por ejemplo, una mayor contención del gasto -plantilla incluida-, un mayor detalle de las desinversiones, la revisión de la política de dividendo para adecuarla al contexto actual, etc. Sea como fuere, Repsol ya ha comenzado a compensar las consecuencias de la caída del precio del crudo, al menos en su negocio de exploración y producción (upstream), con el aumento de los márgenes del negocio de downstream (refino y marketing). Hablamos de unos beneficios esperados -cuarto trimestre de 2015- de 490 millones de euros (downstream) frente a unas pérdidas de 270 millones (upstream). Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com