Repsol sigue a la baja en bolsa: si el pasado lunes, las acciones caían un 1,01% con el barril de petróleo Brent en descenso y contagiadas de una negra jornada bursátil por los nuevos aranceles de Donald Trump al acero y aluminio de Argentina y Brasil; este martes, la cotización ha bajado un 0,35%. Esa ha sido la reacción al ajuste contable de 4.800 millones de euros, a la vez que aspira a ser una compañía con cero emisiones netas en 2050 gracias a las renovables y la economía circular.

La petrolera que preside Antonio Brufau fue la segunda empresa más contaminante en 2018 y parece que quiere librarse de dicha carga. Y es que coincidiendo con la COP25, pese a que no está entre sus patrocinadores, ha anunciado una gran vuelta de tuerca ecológica, que servirá de base para el Plan Estratégico 2021-2025, que presentará dentro de unos meses.

Repsol anuncia una gran vuelta de tuerca ecológica, coincidiendo con la COP25, que servirá de base para el Plan Estratégico 2021-2025

El ajuste contable llega después de la revisión de las hipótesis con las que evalúa las futuras inversiones y los activos existentes. En concreto, tiene en cuenta la progresiva descarbonización de la economía, así como las menores expectativas de precios futuros de crudo y gas, y el esperado aumento del coste por emisiones de CO2. El impacto de 4.800 millones afectará, sobre todo, a activos de exploración y producción de hidrocarburos en EEUU y Canadá por las menores expectativas de precios del gas.

Esto también se notará en el resultado de este año, pero no en la generación de caja ni en el dividendo (será de 1 euro en 2020). En la última Junta de Accionistas, el CEO, Josu Jon Imaz, recordó la actualización de la estrategia hasta 2020 a partir de cuatro pilares: remunerar de manera creciente al accionista, crecer de forma rentable en Upstream y Dowstream, desarrollar nuevos negocios vinculados a la transición energética y solidez financiera.

Revisa a la baja el valor de activos por menores precios de crudo y gas, y eleva en 3.000 MW su apuesta por las renovables hasta los 7.500 MW para 2025

Ahora Repsol da un paso más y eleva su apuesta por las renovables: antes la meta era alcanzar los 4.500 megavatios (MW) de generación de electricidad baja en carbono en 2025 y ahora aspira a contar con 7.500 MW. ¿Los motivos? Ya había superado el objetivo inicial: tiene 2.952 MW en operación, 1.083 MW en desarrollo y se ha aprobado la construcción de otros 1.600 MW; o sea, una cartera verde de 5.645 MW.

En el negocio de Upstream (exploración y producción) priorizará la generación de valor frente al crecimiento de la producción, manteniendo un equilibrio de sus reservas de crudo y gas. Mientras que la gran apuesta vendrá en Dowstream:

  • En refino, quiere bajar un 25% las emisiones directas para 2025 apostando por luz de origen renovable en la producción de hidrógeno verde y por la economía circular, al duplicar la producción de biocombustibles a partir de aceites vegetales y residuos.
  • En química, apuesta por la eficiencia y quiere que el 20% de sus poliolefinas sea de contenido reciclado en 2030.
  • En petroquímica, potenciará sus ventajas para bajar el peso de los materiales, logrando un menor consumo de energía en la movilidad, así como para aislar hogares y edificios, contribuyendo a la eficiencia energética, entre otros aspectos.
  • Despliegue de puntos de recarga eléctrica, autogas, gas natural comprimido y gas natural licuado en las estaciones de servicio.
  • Complementar la oferta eléctrica, por ejemplo, con la autogeneración renovable.

El 40% de la retribución variable a largo plazo del CEO y los altos directivos estará vinculada a la descarbonización progresiva de la compañía

Claro que a todo esto se une el compromiso de aplicar las mejores tecnologías para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050, lo que incluye la captura, utilización y almacenamiento de CO2 y, si fuera necesario, reforestación y “otras soluciones climáticas naturales”. Y ojo, el compromiso implicará a directivos y líderes, incluidos el CEO y la alta dirección: al menos el 40% de la retribución variable a largo plazo estará vinculada a la descarbonización progresiva de la compañía.