• Brufau parte la empresa en dos: Upstream y Downstream, con sus correspondientes comités ejecutivos.
  • Mantiene a Luis Cabra al frente de la exploración.
  • Y, más significativo, asciende a Mª Victoria Zingoni como directora general de Downstream.
  • Lo más importante: el director financiero pasa a depender de Imaz.
"La integración con Talisman nos convierte en uno de los principales grupos de Oil&Gas de capital privado", ha señalado Antonio Brufau (en la imagen, junto a Josu Jon Imaz) en una carta dirigida este viernes a los empleados de Repsol. Efectivamente, la compra de la canadiense supone un antes y un después en la historia de la petrolera española. Y la nueva organización gana en simplicidad, con dos comités ejecutivos encargados de las dos líneas de negocio –el Upstream y el Downstream-, y un tercer comité, el corporativo, también con funciones ejecutivas. Así, en el nuevo organigrama, difundido este viernes, entran dos talismanes, los dos en el área de Upstream, esto es, en exploración y producción: Paul Warwick y John Rossall. El primero, como director ejecutivo de Europa, Oriente Medio y África, y el segundo como director ejecutivo de Canadá y Norteamérica no convencional. Los dos estarán a las órdenes de Luis Cabra que, como ya adelantó Hispanidad, a sus 58 años se mantiene como responsable de exploración. Más significativo es el nombramiento de Mª Victoria Zingoni como responsable de Downstream. Experiencia en la casa no le falta. Zingoni llegó a Repsol en 1999 como analista hasta que en 2008 fue nombrada directora de relaciones con inversores. Con la adquisición de Talisman, pasó a ser, en enero de este año, una de las responsables de la integración. Pero lo más importante, como también adelantó Hispanidad, es el hecho de que el director financiero, Miguel Martínez, pasa a depender directamente del consejero delegado, Josu Jon Imaz. Y es importante porque muestra cómo, efectivamente, el presidente Brufau ha delegado funciones en el Ceo Imaz. Es muy habitual –lo vemos en otras empresas- que, aunque el presidente delegue el día a día en el Ceo, el financiero permanece bajo su cargo directamente. Es el caso, por ejemplo, del Banco Santander, donde José García Cantera depende directamente de Ana Botín. Aun así, en la nueva Repsol se mantiene la doctrina Herrhausen. Sí, Imaz tiene todo el poder ejecutivo, pero Brufau es el que decide sobre las grandes operaciones corporativas. En definitiva, el que manda en Repsol sigue siendo Brufau. Y el responsable de la operación Talisman, también. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com