• El nuevo presidente desde noviembre, Pablo Vázquez, prevé hacer rentable la compañía en dos años.
  • Todo queda en Fomento: Adif aumentó un 22,2% el canon por el uso de infraestructuras, que le supuso 607,4 millones.
  • Además, también impactaron los gastos por los retrasos del AVE La Meca-Medina (21,7 millones) y el ERE (29,7 millones).
  • Los servicios AVE ganaron 9 millones en 2014 y consolidan la tendencia hacia la rentabilidad.
  • El resultado bruto de explotación se situó en 214,7 millones de euros, gracias al aumento del 4,7% de los ingresos.

Renfe ya tiene un balance del último ejercicio, aunque pendiente de auditar, de Julio Gómez Pomar (en la imagen), hoy secretario de Estado de Infraestructuras y hasta noviembre de 2014 presidente de la operadora ferroviaria. La compañía cerró el año con una pérdida de 208,9 millones de euros, o dicho de otro modo: multiplicó por nueve los números rojos de 2013, a pesar del aumento de un 4,7% en los ingresos por tráfico (en Renfe Viajeros, un 5,1% más y en Renfe Mercancías, de un 12,5%). Desde noviembre, el hombre fuerte del grupo es Pablo Vázquez, que presidía hasta entonces Ineco y el consorcio para la construcción del AVE La Meca-Medina. Vázquez ya ha anunciado planes para invertir la situación de la compañía pública y hacerla rentable en dos años, aunque el futuro pasará, en cualquier caso, por Fomento.

De hecho, una de las causas de las abultadas pérdidas está en el aumento de 181,1 millones en los gastos de explotación, en lo que ha incidido precisamente el aumento del 22,2% del canon que paga a Adif, dependiente también de Fomento, por el uso de las vías, estaciones y otras infraestructuras. Ese canon le supuso una factura de 607,4 millones de euros, 110 millones más que en 2013.

El canon no es el único causante de los números rojos. También está ahí el impacto de los gastos financieros, de 21,7 millones de euros, relacionados con el retraso del proyecto del AVE La Meca-Medina. Además, la compañía realizó una dotación de 29,7 millones para atender el ERE voluntario de 2014. Por contra, la compañía recortó un 1,8% el gasto de personal y un 8,6% el correspondiente a los servicios a bordo de los trenes.

Con todo, hay aspectos saludables en las cuenta de Renfe. Los ingresos totales crecieron un 5,7%, hasta los 2.967 millones de euros, frente a un aumento de los gastos del 7%, hasta 2.751 millones. El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 214,7 millones de euros, un 9,3% menos que en 2013.

La mejora es en todas las áreas y especialmente en el AVE, que consolidó la tendencia a la rentabilidad con un beneficio de 9 millones y récord de pasajeros (29,7 millones, el 16% más), como en Larga Distancia. Han repercutido positivamente, en esa línea, la nueva política tarifaria, las nuevas rutas en alta velocidad y las nuevas herramientas tecnológicas y formas de pago. El transporte de mercancías en tren generó 248,9 millones de euros, un 12,5% más.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com