• El presidente asegura que no habrá referéndum y el Gobierno catalán asegura que sí lo habrá. Sólo cambian en el adverbio.
  • Rajoy se agarra al recurso si el Parlament admite a trámite la proposición de ley de referéndum de Junts pel Sí y la CUP
  • La Generalitat le replica que: "habrá urnas, papeletas, censo, una junta electoral y observadores internacionales".
  • Y el PSOE sigue en medio, entre el consenso que le pide Rajoy y la propuesta del PdeCAT de apoyar una moción de censura.
Nada cambia sobre el debate abierto por el desafío catalán. O lo que es lo mismo, todos siguen donde estaban, después de que Rajoy explicara que si el Parlament admite a trámite la proposición de ley de referéndum, registrada por Junts pel Sí y la CUP, el Ejecutivo la recurrirá inmediatamente. El Gobierno catalán hace oído sordos -o sea, insiste en que habrá referéndum-, mientras el PSOE sigue en medio, interpelado por las dos vías: el máximo consenso hasta el 1-O que le ha pedido Rajoy y la invitación del PdeCAT, la antigua Convergencia, dispuesto a apoyar una moción de censura si Sánchez da ese paso. Necesitan nuevos interlocutores en Madrid, dicen. Según Rajoy, lo que pretende hacer la Generalitat es "absolutamente ilegal" y "contrario a las normas". Es, en concreto, "una nueva patada al sistema democrático", así respondía el presidente del Gobierno a la pregunta de si va a apoyar la iniciativa socialista de proponer una comisión de estudios en el Congreso para la reforma del modelo territorial que siente las bases para una futura reforma de la Constitución. Rajoy dijo que no sabe si el PSOE llevará adelante esta iniciativa, pero subrayó que él siempre ha apostado por que el PP, el PSOE y Ciudadanos vayan juntos en este asunto, y añadió que antes del 1 de octubre él no es "partidario de hacer nada". A continuación, dijo que, "cualquiera que sea el escenario que se produzca después del 1 de octubre", su "prioridad inexcusable" será alcanzar un acuerdo entre las fuerzas parlamentarias "más importantes". "Ahora de lo que se trata es de que el 1 de octubre, España dé un mensaje al mundo de que es un país serio, donde se cumple la ley y los gobernantes están sometidos a su cumplimiento. Y después del 1 de octubre estaremos en un escenario distinto", remachó. Rajoy reiteró que "no va haber referéndum" y reprochó a los partidos soberanistas que se hayan puesto en manos de la CUP, "la gente más extremista y radical que ha habido en España en decenas de años". En su opinión, les están dejando marcar el rumbo en Cataluña. "Yo no se lo voy a dejar", subrayó. Por su parte, el Gobierno de la Generalitat continúa con su plan de celebrar el 1 de octubre el referéndum unilateral de independencia. Así lo reafirmó el pasado lunes el conseller de Cultura, Lluís Puig, pese a los crecientes obstáculos judiciales y políticos, amén de las numerosas dudas que todavía quedan por aclarar, como la compra de las urnas, el censo que se empleará en la consulta o cuáles serán los observadores internacionales, recoge La Vanguardia. "Estamos convencidos de que el 1 de octubre tiene que haber todo lo que hace falta para celebrar un referéndum pacífico, democrático, cívico, con una sonrisa; habrá urnas, papeletas, censo, una junta electoral y observadores internacionales", afirmó en una entrevista a la agencia ACN el flamante conseller de Cultura. Puig pasó a formar arte del Ejecutivo de Carles Puigdemont tras la crisis de gobierno que acabó con el cese de los consellers Neus Munté, Jordi Jané y Meritxell Ruiz. En su análisis del escenario político hasta el 1-O, Lluís Puig volvió a llamar a la movilización en la calle de los independentistas, tan importante en las últimas cinco Diadas y con la que el Govern y las entidades soberanistas fían buena parte de su suerte. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com