El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha convocado el congreso extraordinario que decidirá su relevo al frente del partido el 20 y 21 de julio, un proceso que el hasta ahora líder del Partido Popular plantea como el de "renovación y puesta a punto" del partido, del que Rajoy se aparta pero en el que ha pedido "grandeza" y un "debate de altura" que no desangre al partido en divisiones internas, recoge RTVE.

Rajoy ha hecho este anuncio y esta petición al comienzo de la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP -compuesta por más de quinientos cargos, entre presidentes regionales, provinciales y parlamentarios-, acompañado además por los que han sido sus ministros en el Gobierno.

En su Congreso extraordinario, el PP estrenará a nivel nacional un modelo que ya ha probado a escala local y regional: un sistema de elección del líder a doble vuelta, en el que se dará la voz primero a los militantes y luego a los compromisarios. De esta forma, los militantes votarán en la primera ronda entre los candidatos propuestos (para serlo solo será necesario reunir 100 avales) y seleccionar a los dos más votados, entre los cuales los compromisarios elegirán en el congreso al futuro presidente o presidenta del partido.

La única preferencia que ha dejado caer Rajoy en su intervención es la apuesta por un congreso rápido, tanto como los estatutos del partido permiten, que no dé pie a las divisiones internas y con la esperanza de que "el partido llegue al final más unido que hoy". "Un debate de altura y un debate con grandeza" es lo que ha reclamado.

Rajoy solo ha dedicado dos mensajes a los aspirantes al cargo: uno para pedir "vocación de servicio" al partido y otro para pedir juego limpio. "Tendremos que hablar de personas", entiende, "pero hagámoslo comparando méritos y virtudes y no señalando carencias y defectos (...) "Seamos constructivos", ha solicitado, porque "gane quien gane, al día siguiente deberá contar con sus rivales, si los hay".

De nuevo, en lo que a él respecta, Rajoy ha prometido su "respeto absoluto" al proceso de sucesión y no ejercer de juez o árbitro. "No tengo ni sucesores ni delfines", ha puesto por delante.

"No quiero ni debo designar a un sucesor, no voy a señalar a nadie con el dedo ni a vetar a nadie, no voy a influir ni a condicionar lo que debe ser vuestra libre elección", ha explicado el que será expresidente del PP cuando este proceso culmine. "Mi última decisión fue la de irme, por lo tanto no debo tomar más decisiones sobre el futuro del Partido Popular", ha señalado.

"Este partido no empieza ni acaba en su líder, sino en sus militantes", ha dicho también a sus compañeros un Rajoy que ha pedido poner a estos "en el centro del proceso que se va a abrir" y que, en sus palabras, "abrirá una nueva página en la historia del partido".

"Este partido no empieza ni acaba en su líder, sino en sus militantes", ha dicho también a sus compañeros Rajoy

Mientras se define el nuevo liderazgo del PP, Rajoy ha insistido en que, en ausencia de la "legitimidad" que dan las urnas al actual Gobierno de Pedro Sánchez, con la "desconfianza" de sus socios" y la "fragilidad" parlamentaria del PSOE, el PP "va a lucir" cada vez más y debe estar "perfectamente organizado" para el nuevo curso político desde la oposición. "Es lo que nos toca ahora y lo vamos a hacer con rigor solvencia y seriedad", ha afirmado.