Como publicó ayer Hispanidad, ERC y Junts han cerrado un principio de acuerdo para desatascar la investidura de Pere Aragonès, formar un Gobierno de coalición y evitar así la repetición de las elecciones en Cataluña.

"El objetivo no es otro que servir al país y su gente de la mejor manera posible, gobernar para todos y a la vez poder avanzar hacia el objetivo común de la independencia en forma de República Catalana", subrayan ambas formaciones en el comunicado.

El pacto mantendrá vigente el 'Consell per la República', ese ente que se inventó el fugitivo Carles Puigdemont para poder seguir mandando en Cataluña desde el exterior y que, entre sus prioridades, mantiene la hoja de ruta hacia el independentismo.

Y eso que una encuesta de GAD3 para La Vanguardia refleja que el 52% de los catalanes manifiestan que votaría negativamente en un referéndum sobre la independencia frente a menos del 42% que lo haría a favor. Desde enero pasado, el respaldo a la ruptura con España ha caído en apenas un punto, pero el rechazo ha crecido en tres, hasta cruzar claramente la línea del 50%.

Por su parte, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha apresurado a hablar de nuevo de la 'Mesa de Diálogo', esa en la que los 'indepes' pretenden sacarle a Madrid todo lo que puedan, incluidos los indultos a los presos del 'procés'. Y quién sabe si un nuevo desafío independentista.

En este contexto, lo que tiene bemoles es que el ministro ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, asegurase ayer que "la unidad de España no está en peligro" y que cuando verdaderamente lo estuvo fue con el PP al frente del Gobierno, en las crisis separatistas de 2014 y 2017...