• El limbo jurídico de Puerto Rico le perjudica a la hora de enfrentarse a la quiebra
  • Pero Puerto Rico no dispone de ese privilegio en las mismas condiciones, pues la ley estadounidense no las contempla para un territorio como el de la isla.
  • Porque Puerto Rico es un Estado Libre Asociado, dependiente de Estados Unidos, pero no enteramente integrada a sus leyes como un Estado más.
  • Así que la Casa Blanca no se plantea rescatar a la isla.
  • La única solución los inversores en la deuda de Puerto Rico se preparan para asumir pérdidas.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ha reconocido este lunes por la noche, en un mensaje dirigido a los ciudadanos del Estado Libre Asociado de Estados Unidos, que la deuda de la Isla es "impagable" y ha pedido a los acreedores que hagan "sacrificios" para poder aliviar a la isla de una carga de deuda pública de 73.000 millones de dólares.García Padilla ha pedido además al Gobierno de Barack Obama la habilidad de declarar a Puerto Rico en quiebra, como hizo la ciudad de Detroit en 2013. "Es momento de que le reclamemos a Washington acción concertada, en una sola voz, ahora. Acción para que acaben de aprobar cambios al capítulo 9 (del Código de Bancarrota) y que Puerto Rico cuente con la misma protección que tienen otras jurisdicciones", ha señalado el mandatario. Pero -como explica BBC- una de las causas más agudas detrás de la crisis radica en la peculiar condición política de Puerto Rico como Estado Libre Asociado, dependiente de Estados Unidos, pero no enteramente integrada a sus leyes como un estado más. Así que otras autoridades estadounidenses como las de la ciudad Detroit, enfrentadas a crisis financieras similares, han podido declarar formalmente la quiebra, lo que les otorga protección legal frente a los acreedores y les permite reestructurar sus obligaciones. Pero Puerto Rico no dispone de ese privilegio en las mismas condiciones, pues la ley estadounidense no las contempla para un territorio como el de la isla. Además, si no contaba con las herramientas de otros gobiernos locales estadounidenses, tampoco puede acudir a fórmulas que usan países soberanos. "Puerto Rico cuenta con la mitad de las herramientas económicas que tiene un país soberano. En los países existe un Banco Central, un ministro de Finanzas, una moneda. En la isla hay un secretario de Hacienda pero el resto lo maneja la Reserva Federal de EE.UU.", agregaba en 2013 a BBC Mundo. Por todo ello, los llamamientos de García Padilla no han sido tenidos en cuenta por el Gobierno estadounidense, que no está planteando un rescate federal de Puerto Rico, según indicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, informa Efe.  "Nadie en la Administración" está pensando en el rescate federal de Puerto Rico, señaló Earnest en su rueda de prensa diaria. El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, afirmó que es momento de hacer frente a estos problemas. "De la única forma que saldremos de este atolladero es si nos unimos y estamos dispuestos todos --incluso los bonistas-- a asumir algunos sacrificios compartidos hoy, para que mañana podamos compartir los beneficios de una economía en crecimiento", apostilló. Y es precisamente para lo que se preparan los inversores en bonos de Puerto Rico: para asumir pérdidas ya esta misma semana, informa The Wall Street Journal. Por ejemplo, los precios de algunos bonos de Puerto Rico vendidos la semana pasada alcanzaron mínimos históricos de alrededor de 65 centavos por dólar el lunes. Así que muchos inversores podrían perder dinero, desde aquellos que participan en fondos mutuos atraídos por la exención de impuestos de los bonos de Puerto Rico hasta los fondos de cobertura que el año pasado compraron más de la mitad de la emisión de 3.500 millones de dólares en deuda con calificación chatarra. Un grupo de 35 acreedores que poseen cerca de 4.500 millones de dólares en deuda de Puerto Rico, que incluye a Brigade Capital Management LP, Centerbridge Partners LP y Monarch Alternative Capital LP, ha propuesto condiciones de financiación al gobierno y señaló en una carta la semana pasada que habían sido rechazadas. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com