Es cierto que las encuestas del CIS no se las cree ni José Félix Tezanos, pero también lo es que resumen una tendencia marcada por el común de los sondeos de opinión. Y esa tendencia puede resumirse así: en 10 meses de Gobierno, y de un gobierno desastroso, Sánchez ha conseguido que el PSOE vuelva a ser el partido más votado, cuando antes lo era el PP.

Sí, el CIS exagera y debería estarse calladito porque ya metió la pata en Andalucía, pero el resto de las encuestas, aunque de forma más moderada, también dicen que el PSOE puede ganar las elecciones.

La variante del rencor llamada feminismo también resulta electoralmente útil para el PSOE: en lugar de lucha de clases, guerra de sexos

No nos engañemos, Zapatero devolvió a España al guerracivilismo de los tiempos de la II República y Sánchez ha seguido y ampliado la senda. ZP era mucho más racional, sabía lo que hacía; Sánchez es un adolescente que le secunda de forma irracional y más intensa, y amplía su huella frentista hasta la frontera misma del ridículo.

Sánchez es un feminista y un ególatra, al que le importa un bledo la mujer, pero no tiene el menor problema en ponerse al frente de la manifestación contra ese “machismo con faldas”, hablando del Papa Francisco.

Las encuestas del CIS no se las cree ni Tezanos, pero forman parte de una tendencia general

Sánchez utiliza el feminismo como variante del rencor español, donde la lucha de sexos ha sustituido a la lucha de clases. Un motivo más para fomentar el guerracivilismo de la misma forma que utilizó la desunión de España, por la vía independentista, para triunfar en la moción de censura y ocupar La Moncloa.

En resumen, han sido 10 meses de un gobierno desastre pero el frentepopulismo sanchista ha movilizado a la legión de resentidos que pueblan España. Por eso puede ganar las elecciones y, dejando a un lado las coaliciones posturnas, todas las encuestas dan al PSOE como el partido más votado. Antes de llegar a Moncloa, el más votado era el PP.

Ahora bien, ¿a qué coste? El peor defecto de los españoles es el resentimiento. Por eso, resulta peligroso, pero también rentable para algunos, excitar el guerracivilismo siempre latente. Peligroso, porque el guerracivilismo tiende al enfrentamiento civil… como su mismo nombre indica.