Según recoge ABC, el multimillonario neoyorquino y candidato demócrata a la presidencia de EE.UU, Mike Bloomberg, fue acusado por el medio The Intercept de "explotar a trabajadores de prisiones para hacer llamadas para su campaña presidencial 2020".

La información explicaba cómo la campaña de Bloomberg empleó a reclusas de una cárcel de Oklahoma, el Centro Correccional Dr. Eddie Warrior, una prisión de baja seguridad para mujeres.

Las presidiarias realizaban llamadas para captar votos e informaban que eran pagadas por Bloomberg.

Las cantidades son irrisorias, sobre todo si se comparan con la fortuna monumental del beneficiado por su trabajo

La campaña Mike Bloomberg 2020 contrató a ProCom, una compañía que opera centros de llamadas -los denominados "call centers"- en New Jersey y Oklahoma.

El sitio web además contó que mientras ProCom pagaba el salario mínimo federal de 7,25 dólares por hora al departamento de correcciones del estado, el departamento limita el pago de los prisioneros a 20 dólares por mes, recoge Infobae.

Las cantidades son irrisorias, sobre todo si se comparan con la fortuna monumental del beneficiado por su trabajo. Bloomberg es la novena persona más rica de EE.UU., con un patrimonio que Forbes sitúa en 54.000 millones de dólares, concluye ABC.