Domingo 26 de julio: El País, que durante marzo, abril, mayo y junio, durante los momentos más duros de la epidemia ha estado repitiendo las consignas de Moncloa, de forma pastueña y asaz mentirosa, reconoce ahora que la cifra real sobre españoles fallecidos a causa del coronavirus es de 44.868, nada que ver con la cifra del doctor Simón y el ministro Illa, así como las que proporciona el propio Sánchez, quienes continúan hablando de 28.500. Ahora resulta que las cifras del oficial instituto MoMo, de oficial INE, de las también oficiales comunidades autónomas, de los superficiales tribunales que han entrado en la materia, de las funerarias -para servidor las mas creíbles de todas-, etc, etc, etc, no eran falsas y que las cifras dignas de crédito no son las gubernamentales las del grandísimo embustero Fernando Simón, antaño la única referencia posible, las de Illa ni las de Sánchez.

A buenas horas, mangas verdes: El País reconoce que los muertos españoles por Covid son 44.868

Pues bien Hispanidad ya lo dijo el 2 de abril, utilizando una proyección de matemática financiera realizada en el sector bancario: tres meses y medio antes que El País hablamos de una proyección de muertos de 43.000 muertos, justo la que El País reconoce tres meses después. Sí, una proyección, pero es que durante abril, mayo y junio continuamos publicando cifra en presente, de otros muchos organismo, que cuestionaban la cifra total de muertos y denunciaban la gran mentira del Gobierno: que hablaban de cifras absolutas y no relativas ofrecidas por Simón y el Ministerio de Sanidad. Lo cierto es que hasta bien entrado julio, entre los países de nuestro entorno España era la campeona de fallecido, lo que demostraba que el Gobierno Sánchez lo había hecho peor que cualquier otro comparable (San Marino, como mintió Pablo Echenique, en el Congreso, no vale). En Julio nos superó el Reino Unido y todavía en ello estamos.

Hispanidad lo dijo el 3 de abril, según una proyección financiera. Luego le han dado la razón múltiples organismos

Y lo malo es que la cifra real creemos que puede superar los 50.000. Pero a Sánchez ya no le importan: ahora puede echarle la culpa a las comunidades autónomas.