Buenas noticias para PRISA, y sin duda, el último gran éxito de Juan Luis Cebrián, que presidió el grupo desde 2012 (eso sí, estuvo 42 años en puestos importantes y de mando, entre ellos, el de presidente y CEO de El País). Desde hace poco más de una semana, PRISA ha vuelto a ser dueño del 100% de Santillana y este viernes, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado el visto bueno a esta “operación de concentración”, según se ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Como saben, Cebrián, expresidente de PRISA desde diciembre de 2017 y actual presidente de honor de El País, quiso vender Santillana, la joya de la corona del grupo en su día. Sin embargo, le daban poco dinero, en comparación con lo que pedía, claro está… y al final, sólo se deshizo de un 25% en septiembre de 2009. El comprador fue el fondo de capital privado DLJ South American Partners, al que años después le ha sucedido Victoria Capital Partners, y la operación supuso para PRISA una entrada de caja de 279 millones de euros.

Recuperar el 25% de Santillana le sale a PRISA por 312,5 millones, que en parte se abonarán con una nueva ampliación de capital

En la primavera de 2018, se produjo un giro copernicano en relación a Santillana, pasando a optar por no venderla e intentar recuperar el 25% que no controlaban. ¿La razón? Lo bien que iba la filial brasileña Moderna, que había marcado un nuevo modelo para el negocio del libro de texto (un anfibio entre lo vegetal y lo digital). Claro que no culminó la operación hasta finales del pasado febrero: la adquisición le sale por 312,5 millones que abonará con una combinación de fondos disponibles tras el aumento de capital realizado hace un año y de una nueva ampliación de capital (por 200 millones) asegurada, cómo no, por el Santander.

Ahora ha llegado el visto bueno de la CNMC, que ve con buenos ojos que PRISA vuelva a controlar el 100% de Santillana, que sigue siendo la joya de la corona, pues aporta el 61% del Ebitda del grupo. Eso sí, conviene destacar que ya no es lo que un día fue (a juzgar por los resultados de 2018): su Ebitda ajustado ha caído un 8,6%, hasta los 168,7 millones y sus ingresos de explotación han bajado un 7%, a 600,2 millones.