Lo de menos es la cuantía de las multas -10 millones de euros a Apple y 5 millones a Samsung-, irrisorias para los dos gigantes tecnológicos a pesar de que son las máximas que puede aplicar la Autoridad italiana garante de la competencia (AGCM). No, lo más importante es que, por primera vez se sanciona la obsolescencia programada, algo que está en boca de muchos pero que, hasta ahora, nadie había acotado.

Según el comunicado remitido este miércoles por la AGCM, tanto Apple como Samsung “han llevado a cabo prácticas comerciales injustas por obligar a los consumidores a descargar algunas actualizaciones en sus teléfonos móviles que causaron graves disfunciones y redujeron significativamente su funcionamiento, acelerando así su sustitución por productos más recientes”. La clave es que ninguna de las dos compañías advirtió adecuadamente a los usuarios de las consecuencias por descargar esas actualizaciones.

La sanción a Apple duplica la impuesta a Samsung porque no informó sobre la duración de las baterías de litio

Así las cosas, la sanción a Apple duplica la impuesta a Samsung porque no informó sobre la duración de las baterías de litio. Se refiere, concretamente, a la actualización de los iPhone 6 al sistema operativo iOS 10, pensado para el iPhone 7. Apple no informó a los tenedores del iPhone 6 de la alta demanda de energía y de posibles inconvenientes -por ejemplo, que se apagara el móvil de repente- que suponía para ellos iOS 10.

Habrá que ver ahora si otros países siguen el ejemplo de Italia. De momento, Apple está siendo investida por la fiscalía francesa, precisamente por la obsolescencia programada de los iPhone.