Este jueves, hemos asistido a la primera colleja -cariñosa- de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a MásMóvil, su operador favorito (recuerden lo mucho que insistía en que tenía que haber un cuarto operador…). Y ojo, porque ha sido por cometer infracciones en la portabilidad, un tema por el que el regulador ha castigado bastante a Telefónica, Vodafone y Orange.

En concreto, Competencia ha sancionado a MásMóvil con 12.000 euros y a República Móvil con 15.000 euros por incumplir algunos requisitos de la normativa a la hora de tramitar solicitudes de portabilidad. Esta última tramitó solicitudes de portabilidad de clientes de MásMóvil sin su consentimiento previo y la empresa retrasó portabilidades procedentes de República Móvil.

MásMóvil abandona las pérdidas de hace un año y logra un beneficio de 38,3 millones hasta junio

Y todo esto sucede el mismo día en que el operador que tiene como CEO a Meinrad Spenger, que tiene el apoyo de los fondos para dirigirla hasta su venta a un tercero, ha presentado unos buenos resultados del primer semestre. Y es que ha abandonado las pérdidas (-151,3 millones) de hace un año, logrando un beneficio neto de 38,3 millones de euros. Por su parte, la cifra de negocio ha aumentado un 11%, hasta los 676,5 millones, destacando los ingresos de servicios (554 millones, un 17% superiores en términos orgánicos y un 23% en comparable) y los de fibra óptica -FTTH- hasta el hogar (4,5 millones). 

Unas buenas cifras que habrán puesto muy felices a los fondos que tiene en el accionariado. Entre ellos, está BlackRock, que se incorporó hace poco más de un mes, acentuando el carácter especulativo en MásMóvil.