• Es decir, que gobierne Susana Díaz la comunidad autónoma, con la abstención del PP.
  • ¿Y quién gobernará toda España? El CEC quiere un Gobierno de coalición entre PP y PSOE.
  • Esa es la opción favorita de Mariano Rajoy y Felipe González.
  • Por cierto, la voluntarista predicción de un 8% de paro formulada por Alierta, ha caído muy bien en el Ejecutivo. Están felices.
  • En Moncloa consideran que Albert Rivera -que sigue subiendo en las encuestas- no es un político cuajado.
  • En el PSOE, Felipe González teme que el inconsistente Pedro Sánchez se eche en manos de Podemos (Frente Popular). Ha pedido a sus próximos que le dejen en paz.
  • Podemos es como un cura progre, perpetuamente cabreado y Ciudadanos como un progre clerical y dulzón.  
  • ¿Y el voto católico? Puede refugiarse en partidos sin representación parlamentaria: AES, VOX, tras su alianza con Familia y Vida, SAIN, etc.

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy, está convencido de que los españoles son unos ingratos. Fue el último en caer del caballo: a pesar de su extraordinaria política económica, los españoles no le concederán la mayoría absoluta ni borrachos. Con un añadido: es posible que tampoco le concedan la mayoría simple.

Pero esta segunda posibilidad no es ni planteable. 

Así que hay tiempo de pactos. La batuta de esos pactos la llevan Mariano Rajoy y, ante la división interna actual del PSOE, Felipe González. Ambos piensan que lo mejor es el Gobierno, o pacto de Gobierno entre PP y PSOE, la gran coalición o, al menos, el acuerdo de Gobierno.

Ni tan siquiera tiene asegurada el PP la mayoría absoluta, dado que la nota más característica de la política española de hoy es el cabreo insondable del votante tradicional del PP con Mariano Rajoy. De ahí el subidón, que no ha hecho más que empezar, de Ciudadanos, del mariposón (por inconstante) de Albert Rivera, que no deja de subir en las encuestas.

Y ese acuerdo de gobernabilidad entre PP-PSOE (la casta, Pablito, la casta) es el que más gusta a los grandes patronos del Consejo Empresarial de Competitividad (CEC). Por cierto, la sorprendente afirmación de César Alierta, cabeza visible del CEC sobre la posibilidad de que en 2018 el paro se sitúe en el 8%, ha sido muy bien acogida en Moncloa. ¡Qué chico más majo este Alierta! Quizás se habían olvidado de que ese 8%, según el CEC, depende de que un acuerdo PP-PSOE.

Pues bien, el primer pacto de esa gran coalición PP-PSOE sería Andalucía, donde, se supone, Susana Díaz, conocida por sus paisanos como "la Felipona" (en la imagen) gobierne con un investidura donde se oponga al PP para fastidiar tanto a los comunistas de Izquierda Unida como a los neocomunistas de Podemos.

Y es que Felipe está intentando detener la marea anti Pedro Sánchez. Teme que el PSOE desaparezca. Apoya a Susana Díaz, sí, pero defiende que el candidato a La Moncloa debe ser Sánchez y no su adorada Carme Chacón. Porque el partido podría romperse.

Y es que las alternativas al duopolio PP-PSOE no son buenas. La una es el Frente Popular entre PSOE-IU-Podemos. Y González sabe que Sánchez es un tipo de débil y poco inconsciente e inconsistente, capaz de recrear el Frente Popular con tal de mantenerse en la Secretaría general.

El otro, por la derecha, es el acuerdo PP-Ciudadanos, pero  en Moncloa no se toman en serio -hacen mal- a Albert Rivera, entre otras cosas porque le consideran un político poco cuajado. Como si alguno lo fuera.

¿Y es bueno el duopolio PP-PSOE? Por supuesto que no. Al final es el triunfo de los intereses sobre las ideas, porque casar el ideario (el original, ahora no tienen ninguno) de conservadores y socialistas resulta difícil hasta para las tragaderas de Barack Obama, por ejemplo.

¿Y el voto en conciencia? Ya saben, el voto católico, por ejemplo. Pues aquí no pinta nada. La gran coalición aún difumina más el origen cristiano del PP. El PSOE se nos ha vuelto progre-montaraz y Podemos es como un cura progre  perpetuamente cabreado, mientras Ciudadanos es como un progre clerical y empalagoso.

Un católico que quiera votar en conciencia puede elegir entre Alternativa Española (AES), VOX, SAIN y poco más. Y VOX porque, tras su engaño inicial sobre el aborto entiendo que ahora, al absorber a Familia y Vida, se nos ha vuelto provida. Vamos, digo yo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com