• Ni un Sánchez ganador aceptará a Susana, ni la vieja guardia acogerá a un Sánchez perdedor.
  • No es el único cisma: mientras los votantes del PSOE son moderados, sus militantes son extremistas.
  • Sánchez, mientras, ofrece a Patxi López que se integre en su lista.
  • El vasco se replica que su candidatura "es más necesaria que nunca, porque defiende la unidad del partido".
Los equipos electorales de los tres aspirantes a la Secretaría General del PSOE, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, presentaron ayer jueves en la sede del partido en Ferraz los avales necesarios para optar al cargo. A falta de un recuento definitivo, Díaz reunió 63.610 firmas, Sánchez logró 57.369 avales y López presentó 12.000. El proceso dejó clara la movilización en el partido, en el que ha participado el 71,2% de los 188.000 militantes. El alto grado de apoyo a Sánchez en muchas federaciones y la escasa diferencia de votos con Díaz, unos 6.000, anuncian una dura pugna por liderar el partido de cara a las primarias que se celebrarán el próximo día 21. En ese contexto, Pedro Sánchez ha propuesto a Patxi López integrarse en su candidatura basándose en puntos del programa del candidato vasco que asume y hace suyos. Pero este viernes mismo, en TVE, el propio López decía que "mi candidatura es más necesaria que nunca, porque defiende la unidad del partido y un proyecto de izquierdas". Por su parte, El País ha publicado hoy que Pedro Sánchez llamará al voto de los seguidores de Patxi López para reforzar sus opciones en las primarias que dirimirán el liderazgo del PSOE el 21 de mayo. Al final, la gran amenaza para el PSOE es que haya dos listas electorales, lo que equivaldría a un partido dividido en dos, totalmente enfrentado. Porque, además, ya se sabe que ni un Sánchez ganador aceptará a Susana ni la vieja guardia acogerá a un Sánchez perdedor Y al fondo de todo ello una conclusión: en el PSOE, los votantes son moderados, y los militantes son extremistas. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com