Este jueves, el Gobierno celebra el acuerdo con Podemos, pero aún no ha ganado el partido. De hecho, PDeCAT, ERC y EH Bildu han tensado la cuerda, pues si no hay más gestos a favor de la independencia en Cataluña, no apoyarán los Presupuestos. Algo que habrá encantado, entre otros, a Carles Puigdemont

El PDeCAT se ha abierto a hablar, le gusta la subida del salario mínimo, aunque no le hace tanta gracia que se incluya en el pacto, el cual considera que tiene carencias. El diputado Ferran Bel ha señalado que si el PSOE quiere su apoyo debe tener en cuenta la situación de Cataluña y hacer gestos en dos sentidos: presos soberanistas y cómo plantea que los catalanes decidan sobre su futuro político.

Quieren 'gestos' en relación a los presos soberanistas y el derecho a decidir de los catalanes 

Desde ERC, su número tres y vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no quiere hablar de Presupuestos si no hay movimientos sobre el proceso soberanista que instruye el Tribunal Supremo.

Por su parte, desde EH Bildu, la diputada Marian Beitiallarangoitia ha relacionado su apoyo a los Presupuestos a lo que ocurra en Cataluña, concretamente, a si el Gobierno va más allá de los gestos y las palabras en el reconocimiento del derecho a decidir. Además, le ha recordado que necesita de los votos de los partidos vascos y catalanes.

Y en el PNV, Aitor Esteban ve el acuerdo entre Gobierno y Podemos como unas líneas generales para elaborar las cuentas de 2019. Y ha insistido en que se necesitan cinco fuerzas políticas para sacarlos adelante.

Pedro Sánchez necesita cinco fuerzas políticas, como le recuerda el PNV, así que seguramente acabará cediendo 

A pesar de este panorama, Pedro Sánchez seguramente que cederá…

Paralelamente, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que PP y Ciudadanos tienen “miopía política” porque se han autoexcluido de la negociación de los Presupuestos. Desde el PP, Ignacio Cosidó ha acusado a Sánchez de entregar los PGE a Podemos y ha añadido que “en pocos años se pasará hambre, como en Venezuela; y Dolors Montserrat ha considerado que el acuerdo supone la “zapaterización” de la economía española. Por su parte, desde el partido naranja, Toni Roldán ve el acuerdo como “papel mojado”.