Algunos dicen en Génova que Mariano Rajoy ha enloquecido. Al parecer, no quiere a ningún crítico como sucesor y está dispuesto a presionar todo lo presionable a los miembros de su antiguo Gobierno para que apoyen a Soraya y le nieguen el pan y la sal a Pablo Casado. Claramente, para que se integre en la lista unitaria, que, por supuesto, capitanearía Soraya.

El expresidente intenta reventar la reunión de Casado con los exministros. También presiona a Margallo, Ana Pastor, Feijoo, Tejerina, etc

Rajoy intenta boicotear la reunión prevista para el jueves con los exministros. Está desatado: ha presionado a García Margallo, a Ana Pastor, a Cospedal, a Fejóo, a García Tejerina... Al parecer no quiere que ningún político pueda sustituirle y levantar las alfombras y poner, simplemente, la menor pega a su gestión.

Amenazas mafiosas: si no me votas, olvídate de tus prebenda

Y en el equipo Pablo Casado se huelen el pucherazo. Es muy fácil manipular tan escasas voluntades  como representan los compromisarios quienes, además, está muy comprometidos. La actitud de Rajoy resulta difícil de comprender y provoca temor. Entre otras cosas, porque según las mismas fuentes que apoyan a Casado, la amenaza es muy sencilla. O me votas a mí u olvídate de cargos y prebendas. Todo bajo el argumento de que hasta que Casado se asiente en Génova y recupere el poder en Moncloa, puede pasar mucho tiempo.

Un partido dividido, por un líder dimitido y con peligro inminente del PP-pucherazo.