• Es decir, el ex vicepresidente de JP Morgan tenía la sartén por el mango a la hora de negociar sus emolumentos.
  • Y sí, en plena crisis, el Consejo del Popular cobró 7,2 millones de euros pero, de ellos, Saracho se llevó 5 millones.
  • Además, hay que añadir la indemnización de Pedro Larena.
  • Lo que es absurdo es fichar al presidente de un banco doméstico con prima de entrada.
  • Lo cierto es que los consejeros del Popular cobraban 120.000 euros al año y eran los peor pagados de toda la gran banca.
  • El único que ganó dinero en el annus horríbilis del banco fue el presidente, Emilio Saracho.
El fichaje de Emilio Saracho como presidente del Popular debería ser objeto de estudio en las escuelas de negocios. Como ejemplo de lo que no hay que hacer, claro está. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: El día 30 de noviembre, la Comisión de Nombramientos, Gobierno y Responsabilidad Corporativa del Popular, presidida por la inefable Reyes Calderón, decidió destituir a Ángel Ron después de 12 años como presidente de la entidad. La decisión fue unánime y así se trasladó a la CNMV un día después. Ahora bien, como recordarán, ese 1 de diciembre hubo dos hechos relevantes. En el primero, el banco hablaba en estos términos: "Una vez aceptada su designación por el Sr. Saracho y adoptado el correspondiente acuerdo, se estima que este proceso concluya en el primer trimestre de 2017". Es decir, en la mañana del 1 de diciembre, Emilio Saracho aún no había dado su visto bueno a su fichaje, pero éste ya había sido notificado a la CNMV. Tremendo, porque eso significa que el entonces vicepresidente del JP Morgan tenía la sartén por el mango a la hora de negociar su contrato con el Popular. Y así fue. Cuando Reyes Calderón -a la que Saracho llama 'cable pelao' porque a la mínima da corriente-, Antonio del Valle, José María Arias Mosquera y José Ramón Estévez se presentaron en el edificio Pirámide -sede de JP Morgan-, en Madrid, se encontraron con la primera exigencia de Saracho: una prima de fichaje de 4 millones de euros. Cantidad que, si hubiese querido, podría haber sido mucho mayor. En cualquier caso, las primas de entrada son propias de bancos de inversión y no de banca doméstica. Sea como fuere, Saracho se embolsó los 4 'kilos' en metálico y de una sola vez. Como debe ser. Pero no se crean que el acuerdo fue sencillo: se notificó a la CNMV el 21 de diciembre. Además de la prima de entrada, Saracho tenía un sueldo fijo de 1,5 millones al año que, evidentemente no llegó a cobrar íntegro. Por los cinco meses que estuvo, se embolsó 625.000 euros. Es decir, cobró casi 5 millones de euros por entregar el banco al Santander. Todo esto viene a colación de la información difundida el pasado viernes en la que se aseguraba que el Consejo del Popular se llevó 7,2 millones de euros durante el primer semestre del año, en plena crisis de la entidad. Intolerable porque un año antes -primer semestre de 2016- la remuneración del Consejo fue de 2,5 millones. Pero lo cierto es que de los 7,2 millones, Saracho se llevó casi 5 millones. Además, habría que sumar el sueldo y la indemnización del entonces consejero delegado, Pedro Larena y los sueldos de Ignacio Sánchez Asiaín -sustituto de Larena- y del consejero ejecutivo y secretario del consejo, Francisco Aparicio Valls, que abandonó el banco en mayo. Sí, el Consejo del Popular ha sido históricamente, el que ha tenido las remuneraciones más bajas de toda la gran banca española. De hecho, hasta 2015, los consejeros no ejecutivos no recibían retribución alguna por su pertenencia al Consejo. Fue en 2015, y debido a las fuertes presiones externas, cuando comenzaron a cobrar: 2,5 millones a repartir entre 15 miembros. El 0,5% del beneficio distribuido de la entidad. Lo dicho, muy poco si se compara con otros bancos. Por ejemplo, el BBVA repartió, en 2015, 15,4 millones entre sus 15 consejeros, el 2,15% del beneficio distribuido. En resumen, el único que verdaderamente ganó dinero en el annus horríbilis del Popular fue su presidente, Emilio Saracho. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com