• El presidente del Popular cabrea hasta a su valedor, Luis de Guindos: si vas a liquidar el Popular, liquídalo ya.
  • El aludido se defiende alegando que todavía no conoce todas las cifras de la entidad…
  • Como demuestra el hecho relevante del lunes, que a punto estuvo de alcanzar el 11,3.
  • Ahora bien, muchos ven absurdo un proceso de enajenaciones y saneamientos para, al final… ofrecérselo al Santander o al BBVA.
La Junta de Accionistas del Banco Popular es el próximo día 10. Emilio Saracho (en la imagen) no quería explicar demasiado. Sobre todo, no quería plantear su estrategia. Pues tendrá que hacerlo. Tras el hecho relevante de recomposición de cuentas y el cese-dimisión de Pedro Larena tendrá que hacerlo, porque el accionista ya no aguanta más. Pero lo malo no es eso: lo malo es que Saracho ha enfadado hasta a Luis de Guindos, su principal valedor. Porque, como explicábamos ayer, resulta que a Sarcho se le otorgó (BCE y Guindos) un año para ver qué se podía hacer. Se barajaban dos hipótesis: 1.- Vender todos los activos vendibles y quedarse con la red de oficinas dedicadas a la banca doméstica. Un Popular jibarizado pero independiente. Y saneado. Hasta ahí todo correcto. 2.- Si a pesar de las enajenaciones y de la operación inmobiliaria, el banco no estuviera limpio, entonces sí, habría que acudir a la venta. ¿El favorito del Gobierno?: el Santander. ¿El que más interés tiene? El BBVA. Ahora bien, lo que no sospechaban en el BCE, ni en el BdE ni en el Gobierno, es que un banquero de inversión -y Saracho es un banquero de inversión- decidiera dar el siguiente paso: preparar la red del Popu para convertirla en la filial de un banco extranjero en España o, por qué no, la filial de un banco nacional. Ni que decir tiene que Saracho ya había pensado en convertir al Popular en la red española del Banco Santander. Y entonces es cuando en el Ministerio de Economía se plantean la pregunta: Si es así, ¿para qué te hemos dado un año de plazo? ¿Por qué no lo vendes ya y que lo sanee el comprador? Insistimos, ya con Ángel Ron, FG quiso comprar el Popular. Pero Saracho responde que necesita conocer las entrañas del banco. Y ojo con la 'reconversión de las cuentas'. El alcance limitado de la nueva contabilidad de inmuebles y de recursos propios (hecho relevante del lunes 3): se quedó en el 11,7 en el primer pilar de fondos propios. Si hubiese bajado hasta el 11,3 el Popular se hubiera visto obligado a prescindir del dividendo, de los bonus y de la remuneración de los convertibles. Pero el problema de fondo continúa siendo el mismo. Saracho tiene que pensar como un banquero, no como un banquero de inversión. Tiene que pensar en reflotar un banco dedicado a las economías domésticas. Un banquero, en suma, que gestione el día a día, que produzca… no un banquero de inversión dedicado a comprar y vender. Eulogio López eulogio@hispanidad.com