• Y si no podemos, nos vendemos.
  • El nuevo Ceo del Popular habla de un tercer diagnóstico.
  • Cuántos ingresos puede producir.
  • Y qué pérdidas latentes posee.
  • Y en el entretanto, el BBVA rebaja el precio del Popular por si tiene que comprarlo.
El nuevo consejero delegado del Popular, Ignacio Sánchez-Asiaín (en la imagen), ha repetido este jueves el mismo mensaje que lanzó su presidente, Emilio Saracho, en la Junta de Accionistas celebrada el pasado 10 de abril. En resumen: no ha aclarado cuál será el futuro inmediato del banco. Todas las posibilidades están abiertas. Primero, el banco intentará sanearse con sus propios medios y si no lo logra, se venderá, ya sea por trozos o entero. Sánchez-Asiaín ha explicado este jueves, durante su intervención en el XXIV Encuentro del Sector Financiero, organizado por la Sociedad de Tasación, Deloitte y el ABC, que antes de todo eso la entidad hará un diagnóstico de la situación para conocer realmente cuántas pérdidas latentes posee y cuántos ingresos puede producir de manera orgánica. Esto está muy bien, pero llama la atención que a estas alturas de la película estemos hablando todavía de conocer la situación real del banco. En cualquier caso, será el tercer diagnóstico que realiza la entidad, después de los de Ángel Ron y Emilio Saracho. Según Sánchez-Asiaín, "una vez conocidos ambos aspectos -pérdidas latentes e ingresos orgánicos-, el mercado decidirá y pondrá en valor a la estrategia y a las perspectivas de futuro del banco". Hombre, don Ignacio, el mercado no decide nada. Los que deciden son usted y su presidente. En el entretanto, el BBVA ha ido más allá y ha calculado que el Popular tendrá que lanzar una ampliación de capital de entre 3.500 y 4.100 millones de euros con un descuento del 40%, lo que provocará una caída de la acción hasta los 0,5 euros por título (el miércoles cerró en 0,68 euros). Es decir, rebaja el precio del banco por si finalmente se hace con él. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com